Arnedillo, un pueblo de La Rioja, se erige como un paradigma de lo que la España rural ofrece a quienes buscan paz y conexión con la naturaleza. Rodeado de imponentes montañas en el valle del Cidacos, este enclave de 436 habitantes, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2003, se destaca por sus aguas termales, senderos y zonas de escalada.

El río Cidacos serpentea por el municipio, siendo testigo de la joya de Arnedillo: sus pozas termales al aire libre, accesibles las 24 horas y de forma gratuita. Estas aguas, con temperaturas que oscilan entre 30 y 42ºC, son clasificadas como clorurado sódicas, sulfatado cálcicas, bromuradas, radiactivas e hipertermales, brindando beneficios para la movilidad articular y estimulando el sistema respiratorio y linfático.

El legado termal de Arnedillo remonta a la época romana, y su popularidad perdura. El ayuntamiento facilita el acceso a estas pozas con aparcamientos, duchas y señalizaciones sobre su uso adecuado. Además, frente a las piscinas naturales, se encuentra el balneario spa de Arnedillo, con instalaciones de prestigio, piscinas termales, jacuzzis y saunas, disponible tanto para huéspedes como visitantes.

No obstante, Arnedillo va más allá del termalismo. Con su iglesia del siglo XVI, el Castillo de los Lomberas del siglo XIII, las Cuevas del ajedrezado y la Vía de escalada Ferrata Lombera, ofrece a los visitantes una experiencia variada. Rutas de senderismo como la Ruta de las Ermitas, la Vía Verde del Cidacos y la Ruta del Corazón de Jesús completan el abanico de opciones para explorar este encantador municipio.

Arnedillo, cerca de Calahorra y Logroño, es accesible en coche desde ambas ciudades en aproximadamente 36 minutos y una hora respectivamente. Este oasis termal, impregnado de historia y naturaleza, se erige como un tesoro en la España rural, invitando a disfrutar de su tranquilidad y belleza única.