En un esfuerzo por promover el turismo sostenible, el equipo editorial de Fodor’s ha identificado nueve destinos no como lugares carentes de encanto, sino como regiones que claman por un respiro debido a las consecuencias de la explotación turística.

Venecia, Italia

La joya italiana, afectada por el sobreturismo, ha desencadenado una fuerte respuesta social. Asociaciones locales e internacionales demandan medidas para proteger la calidad de vida y reparar la infraestructura. Ha llegado incluso a ser considerada para incluirla en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro de la UNESCO.

Atenas, Grecia

La capital griega, con su icónica Acrópolis, enfrenta el desafío del turismo masificado. La falta de un plan efectivo de conservación ha acelerado el deterioro del centro histórico, exacerbado por la afluencia diaria de visitantes, especialmente de cruceros que congestionan sus estrechas calles.

Monte Fuji, Japón

La majestuosidad del pico más alto de Japón se ve amenazada por la imprudencia de excursionistas que desafían las rutas marcadas, dejando cantidades alarmantes de basura y poniendo en riesgo tanto sus vidas como las de los demás.

Montañas de San Gabriel, California

Este pulmón natural para Los Ángeles se enfrenta a un problema creciente de basura, a pesar de los esfuerzos de los guardias forestales, convirtiéndose en un desafío para preservar su belleza natural.

Bahía de Ha-Long, Vietnam

La famosa Bahía de Ha Long, declarada Patrimonio de la Humanidad, se ahoga en la contaminación debido al exceso de cruceros y embarcaciones turísticas. El rápido crecimiento de la ciudad de Ha Long la convierte en un parque de atracciones incapaz de gestionar adecuadamente los residuos generados.

Desierto de Atacama, Chile

A pesar de sus paisajes fascinantes, la gestión deficiente del desierto chileno lo ha convertido en un depósito de desechos textiles. El desierto recibe 60,000 toneladas de prendas no deseadas al año, en su mayoría de otras partes del mundo.

Lago Superior, Norteamérica

El Lago Superior, con el 10% del agua dulce del planeta, enfrenta amenazas significativas debido al cambio climático, especies invasoras y la contaminación. Este ecosistema crucial, hogar ancestral de comunidades indígenas, lucha por sobrevivir en medio de estos desafíos.