Veranear en la Costa Dorada es un clásico entre los aragoneses. Y en particular, entre los zaragozanos. Con la llegada del verano, son miles los ciudadanos de nuestra Comunidad que se desplazan a localidades como Salou, Cambrils, Miami Playa o La Pineda para disfrutar de la playa y de la oferta turística de esta zona situada entre la ciudad de Tarragona y el Delta del Ebro.

Si vas a pasar unos días por cualquiera de las localidades de la costa tarraconense, hoy te hemos preparado una selección de cinco planes para hacer, más allá de la visita a Port Aventura, el parque temático de referencia en la zona, que es destino por sí mismo para muchos visitantes.

EL PASADO ROMANO DE TARRAGONA

El acueducto romano es una de las visitas imprescindibles / Manel R. Granell, Tarragone Turisme

Para empezar, nada mejor que acercarse por la capital de la provincia para descubrir los restos de su pasado romano. En aquellos tiempos Tarragona era conocida como Tarraco, capital de la provincia Tarraconense. Ese legado ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Sin duda, la visita al  el acueducto de Les Ferreres, también conocido como Pont del Diable, es imprescindible. Está ubicado a las afueras de la ciudad, y tiene 27 metros de alto y más de 200 metros de largo..

Ya en la ciudad, hay que visitar sí o sí el anfiteatro situado a orillas del Mediterráneo, las viejas e imponente murallas, o los restos de los distintos foros que existieron en la ciudad, además del circo, el teatro, la torre de los Escipiones, o el cercano Arco de Bará.

UN PASEO EN CATAMARÁN

Paseos en catamarán para ver atardecer / Creuers Costa Daurada

Recorrer la costa en barco es otro de los planes que podemos hacer durante nuestra estancia en esta zona de Tarragona. Existen varias empresas que prestan este tipo de servicios. En Cambrils por ejemplo, Creuers Costa Daurada ofrece paseos de distinta duración en catamarán.

Algunos de estos paseos incluyen barbacoa, o la posibilidad de ver atardecer. También hay un minicrucero que realiza un paseo idea y vuelta de Cambrils a Salou, o una salida en lancha rápida.

COMER EN CAN BOSCH

Este restaurante es un clásico en la Costa Dorada / Can Bosch

Estar a orillas del Mediterráneo asegura que en la Costa Dorada se puede comer muy bien. Más allá de los sitios turísticos, hay una amplia oferta gastronómica para los amantes del buen comer. Más allá de recorrer las pescaderías de localidades como Cambrils para comprar marisco y pescado rico, podemos comer en sitios como Can Bosch (Rambla de Jaime I, 19, Cambrils).

Con una Estrella Michelin desde 1984 y 2 Soles Repsol desde 2022, este restaurante familiar de tres generaciones es una de las direcciones míticas de la Costa Dorada, con una carta en la que destaca la cocina de temporada y de mercado, con especial influencia de los productos del mar y de la huerta. Sus arroces, las propuestas de pescados y marisco, o sus carnes, son pura delicia. Disponen de carta, y también de menús.

VISITAR UNA BODEGA DEL PRIORAT

El Priorat ofrece una amplia oferta de enorturismo / Celler Ronadelles

A un paso de la costa nos encontramos con la comarca del Priorat, una comarca que entre pueblos y paisajes increíbles (no perderse pueblos como Siurana), esconde bodegas con vinos de gran calidad, ideal tanto para los wine lowers más exigentes, como para los que comienzan a iniciarse en el mundo del vino.

Bodegas en esta comarca hay muchas, pero hoy queremos recomendaros la visita a Celler Ronadelles. Situada en Cornudella de Montsant, cerca del parque natural del Montsant, esta es una de las bodegas icónicas del Priorat, y es la única bodega de la DO Montsant que elabora vinos Reserva, y la única de todo el Priorat con vinos Gran Reserva. Entre sus marcas más conocidas, destacan los vinos Cap de Ruc, y los Jaume Giral. Además de visitar la bodega y realizar una cata, también podrás comer en el restaurante Quatre Molins, con estrella Michelin.

VISITAR REUS Y PROBAR SU VERMÚ

Reus es famoso por sus vermús / Rofes

A un paso de Salou se encuentra Reus, una ciudad que unos 100.000 habitantes con un precioso casco histórico por el que merece la pena perderse para descubrir algunos de los casi cien edificios de estilo modernista que alegran su entramado urbano. Hay que tener en cuenta que después de Barcelona, la siguiente ciudad con más presencia del modernismo es Reus. Pero al margen del modernismo (Reus es la ciudad natal de Gaudí), esta localidad es famosa por su vermú. De hecho, en el siglo XIX fue uno de los mayores centros productores de esta bebida que está de plena actualidad en este momento.

Así que los fans del vermú tienen que visitar alguna de sus antiguas fábricas. Entre ellas destaca Rofes, un céntrico lugar de aires industriales que se ha reconvertido en restaurante y donde además de comer, podrás probar este mítico vermut, elaborado con una receta única y tradicional, que durante cuatro generaciones se ha ido transmitiendo de padres a hijos. También podrás disfrutar del Vermut Experience, para descubrir el origen, la elaboración y los secretos mejor guardados de estos vermuts, terminando la visita con una degustación y una cena entre barricas y aroma de vermut.