En las décadas de 1950 y 1960, el régimen franquista implementó un programa de desarrollo hidrográfico que llevó a la construcción del embalse de Yesa, dejando a Tiermas sumergido bajo las aguas. Hoy, este pueblo abandonado es un destino turístico, donde los visitantes pueden explorar sus ruinas arquitectónicas y sumergirse en su balneario natural. A pesar de los desafíos de acceso, la belleza poética y la riqueza histórica de Tiermas ofrecen una experiencia única para aquellos que buscan conectar con la naturaleza y la historia.

La construcción del embalse de Yesa no solo significó el fin de una comunidad, sino también la creación de un paisaje sumergido que ahora atrae a exploradores, historiadores y amantes de la naturaleza. Las aguas del embalse esconden los vestigios de una vida pasada: casas, calles, y una iglesia que emergen como fantasmas del pasado. La mística de este lugar se apodera de quienes se aventuran a descubrirlo, transportándolos a un tiempo olvidado donde la vida fluía en armonía con la naturaleza.

QUÉ VER EN TIERMAS

Entre los elementos más destacados de Tiermas se encuentra la iglesia de San Miguel, cuya torre aún sobrevive a la resistencia del tiempo. A pesar de que su cúpula colapsó hace años, la iglesia sigue siendo un punto de referencia para aquellos que exploran las ruinas del pueblo. La asociación Hispania Nostra ha incluido este emblemático templo en su Lista Roja del Patrimonio, destacando la importancia de preservar los pocos vestigios que quedan del pasado de Tiermas.

Además de su riqueza arquitectónica, Tiermas ofrece una experiencia única para los amantes de la historia medieval. Las ruinas de una antigua muralla rodean lo que una vez fue el corazón de la villa, recordando tiempos en que la protección era necesaria. El Portal de las Brujas, una antigua puerta de acceso a la ciudad, es testigo de los días de gloria y defensa de Tiermas.

CONSTRUCCIONES EN RUINAS Y SUMERGIDAS

Pero no todo en Tiermas está sumergido bajo el agua. El Hotel Balneario Infanta Isabel, aunque en ruinas, es un monumento al esplendor de la villa. En su tiempo, este complejo era sinónimo de lujo y bienestar, atrayendo a visitantes en busca de las propiedades curativas de las aguas. A pesar de que hoy solo quedan ruinas, el hotel sigue siendo un punto de interés para quienes exploran Tiermas.

Uno de los fenómenos más sorprendentes de Tiermas ocurre cuando el nivel del agua del embalse disminuye, revelando temporalmente parte de la villa. Durante los meses de septiembre y octubre, al finalizar el ciclo de riegos, los restos del pueblo salgan a la luz nuevamente. Este evento transforma el entorno en un balneario natural único, atrayendo a turistas en busca de una experiencia rejuvenecedora.

LA DIFICULTAD DE ACCEDER AL PUEBLO

A pesar de la belleza y el atractivo de Tiermas, el acceso sigue siendo un desafío. Los visitantes deben recorrer un camino peatonal desde la antigua carretera hacia Jaca, donde un desvío señalado marca el inicio del viaje. Sin embargo, aquellos que se aventuran a explorar Tiermas son recompensados con una experiencia que combina historia, arquitectura y naturaleza en un contexto único.

Tiermas es mucho más que un pueblo sumergido bajo las aguas del embalse de Yesa. Es un destino turístico que ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar ruinas arquitectónicas, sumergirse en un balneario natural y conectar con la historia. A pesar de los desafíos de acceso, Tiermas es un tesoro que espera ser descubierto por aquellos que buscan experiencias únicas y memorables.