Desde las majestuosas fortalezas medievales hasta los palacios de estilo renacentista, el mundo alberga una asombrosa variedad de castillos y palacios que se erigen en lugares singulares, creando postales dignas de contemplar al menos una vez en la vida. En el contexto de España, donde abundan monumentos declarados patrimonio de la humanidad, destaca el emblemático alcázar de Segovia, que sirvió de inspiración para el famoso castillo de ‘Blancanieves’.

Sin embargo, salimos del país para viajar hacia el norte, a la región de Hillerod, a escasos 40 kilómetros al norte de Copenhague, Dinamarca, para descubrir una joya arquitectónica de estilo renacentista que cautiva a sus visitantes: el castillo de Frederiksborg. Este impresionante edificio se alza sobre una pequeña isla en el lago Slotssoen y es uno de los destinos más frecuentados de la zona, tanto por su espléndida arquitectura como por el entorno natural que lo abraza.

La historia del castillo de Frederiksborg se remonta a principios del siglo XVII, cuando fue erigido como el monumento renacentista más grande de los países nórdicos. Su construcción tenía como objetivo subrayar el poderío del monarca europeo Cristián IV, lo que se refleja en su rica ornamentación, con elementos simbólicos y decorativos, incluyendo la impresionante Fuente de Neptuno y la magnífica galería de mármol del Ala Real.

Este castillo se erige sobre los cimientos de la mansión Hillerødsholm, y en el año 1720 se añadió un jardín barroco que rodea la edificación. En su interior, alberga una iglesia que guarda tesoros históricos, como un impresionante retablo de oro, plata y ébano, así como el histórico órgano Compenius, cuyos conciertos son de acceso gratuito los jueves a las 13:30 horas.

Además, el castillo alberga el Museo de Historia Nacional, fundado en 1878 por JC Jacobsen, el fundador de la cervecera nórdica Carlsberg, donde la historia danesa cobra vida a través de retratos, pinturas históricas y mobiliario. En los alrededores, se encuentra el encantador mini-castillo de Badstueslottet, ideal para disfrutar de las vistas panorámicas.

El castillo de Frederiksborg abre sus puertas todos los días del año de 10:00 a 17:00 horas, excepto en los meses de enero a marzo, cuando el horario es de 11:00 a 15:00. Cabe destacar que cierra los días 24, 25, 26 y 31 de diciembre a las 15 horas.

Para llegar a esta joya arquitectónica desde Copenhague, basta con un trayecto en coche de 35 minutos por la Carretera 16, mientras que desde Helsinge, el viaje toma solo 15 minutos por la Carretera 267. Este castillo de cuento en Dinamarca ofrece una experiencia fascinante que combina la historia, la arquitectura y la belleza natural en un solo destino turístico imprescindible.