Con agosto a la vuelta de la esquina, los valles del Pirineo están llenos de visitantes deseosos de conocer las maravillas naturales de esta cordillera, descubrir sus preciosos pueblos, hacer rutas como la del río Ara, y por supuesto, disfrutar de su gastronomía. Porque turismo y comida son dos elementos totalmente indisolubles. Verduras, migas, buenos vinos, y por supuesto… carne. Porque si por algo destaca el Pirineo, es por tener carne de primera criada en sus valles.
Producto de calidad y de kilómetro cero, tan de moda en estos momentos, y que en el Pirineo está presente desde tiempo inmemorial. Y ya que hablamos de carne, junto al Ternasco de Aragón, hay otro plato que reina sin discusión cuando hablamos de darnos un homenaje: el chuletón. Por eso hoy queremos hacer un repaso por una pequeña selección de algunos de los restaurantes más famosos a la hora de comer chuletón en el Pirineo.
Comenzamos con nuestra ruta del chuletón en el Balcón del Pirineo (Calle Vita s/n). Este restaurante familiar que apuesta por la gastronomía respetuosa con el medio ambiente está situado en Buesa, una pequeña aldea pirenaica que es atalaya del Valle del Broto. Allí, el chuletón de vaca y buey a la brasa y de categoría Premium reinan sin discusión, siendo una estupenda opción para todos los que quieren disfrutar de la carne en mayúsculas.
En Torla no hay que perderse los chuletones de El Duende (Calle Iglesia, s/n), un restaurante recomendado por la Guía Michelín. Se sitúa en un antiguo caserón construido en 1831 reconvertido en restaurante en 2002. Su especialidad, son las carnes a la brasa, y en particular, por el chuletón de vaca de 900 gramos.
Muy cerca de Torla tenemos otra estupenda opción en Sarvisé: el Asador Portal de Ordesa (Carretera de Broto-Ainsa, km 473,5). Conocido tradicionalmente como Asador de Adolfo, este restaurante tiene un chuletón de Txogitxu que es famoso en la zona.
En el valle de Tena hay direcciones imprescindibles, como Casa Martón (Pl. Valle de Tena, 5, Sallent de Gállego), Casa Fauré (C. de Francia, 37, Sallent de Gállego) o Mesón Sampietro (C/ alta, s/n Panticosa ), con sus chuletones de vaca y de buey.
En Ainsa, Casa Fes ( C. Mayor, 22) es parada obligada de los amantes de la buena carne. Allí sirven carne ecológica de reses propias que crían en una granja a unos cientos de metros del castillo de Ainsa, y que se puede comprar en una carnicería que tienen en la calle Mayor de esta localidad oscense.
En Benasque hay direcciones como El Fogaril, el restaurante del hotel Ciria. En este lugar hay chuletones de ternera y buey criados en el propio valle. También destaca La Llardana (Cam. San Antón, s/n, Benasque), donde tienen un delicioso chuletón de ternera a la brasa troceado al peso.
Otras opciones son La Borda del Mastín (C. Obispo, s/n, Cerler), con un delicioso chuletón de vaca madurado durante 30 días, o El Rincón (Pl. la Iglesia, Cerler), un clásico muy conocido por esquiadores y visitantes de la zona atraídos por sus carnes, y en especial, por sus chuletones.