Maldivas e Isla Mauricio, dos nombres que evocan imágenes de playas de ensueño bañadas por el sol y el mar turquesa. Sin embargo, estos destinos paradisíacos han perdido parte de su encanto debido a la afluencia masiva de turistas y los precios exorbitantes que esto conlleva. ¿Pero qué pasaría si te dijera que existe una alternativa igual de impresionante, más económica y donde el español es la lengua predominante? Bienvenido a Bacalar, un verdadero paraíso escondido en México.

Ubicado en la parte sur de Quintana Roo, Bacalar es un «Pueblo Mágico» que ha recibido este título otorgado por México por su belleza natural y su rica historia. En el corazón de la Gran Costa Maya, este encantador pueblo se encuentra a solo media hora de Chetumal y alberga la famosa Laguna de los Siete Colores, un espectáculo de la naturaleza que dejará sin aliento a cualquier visitante.

QUÉ VER EN BACALAR

La Laguna de los Siete Colores es el principal atractivo de Bacalar, extendiéndose por más de 50 kilómetros de longitud y dos de ancho. Sus aguas cristalinas muestran una impresionante diversidad de tonos azules, gracias a la variación en la profundidad y la intensidad del sol. Aquí, puedes sumergirte en sus aguas tranquilas y admirar la vida marina mientras practicas snorkel, kayak o simplemente disfrutas de un relajante paseo en bote.

Pero la belleza de Bacalar va más allá de su laguna. El pueblo también cuenta con importantes vestigios históricos, como el Fuerte de San Felipe, construido en el siglo XVI como defensa contra los piratas que merodeaban la región. Hoy en día, este fuerte es un monumento histórico que ofrece vistas impresionantes de la laguna y una mirada al pasado tumultuoso de la zona.

Para aquellos interesados en explorar la historia antigua de la región, Bacalar ofrece la oportunidad de visitar sitios arqueológicos cercanos como Dzibanché y Kohunlich. Estas antiguas ciudades mayas, rodeadas de exuberante vegetación, ofrecen una visión fascinante de la civilización prehispánica que una vez floreció en esta tierra.

Además, no puedes dejar de visitar el Canal de los Piratas, una vía que conecta el Río Hondo con la Laguna de los Siete Colores. Esta ruta, que alguna vez fue utilizada por piratas y comerciantes, ofrece vistas impresionantes y una experiencia única para aquellos que desean explorar la riqueza natural y cultural de la región.