En una nueva victoria proclamada, Ryanair anunció que la mayoría de las agencias de viajes online, incluyendo gigantes como Booking.com y Kayak, han dejado de comercializar sus vuelos. La aerolínea de bajo coste atribuye este éxito a una reciente decisión del Tribunal Superior irlandés, respaldando su denuncia contra la empresa Flightbox por «screenscraping».

La compañía ha reiterado su postura llamando a estas agencias «piratas», sosteniendo que la decisión judicial establece un precedente crucial para proteger a los consumidores.

Celebrando el logro de uno de sus objetivos principales, Ryanair anticipa que su negocio apenas se verá afectado, ya que estas agencias representan una fracción mínima de sus reservas.

Para compensar la pérdida, Ryanair planea reducir tarifas «cuando sea necesario» para incentivar a los pasajeros a reservar directamente en su sitio web. Afirma que este será el único método para garantizar las tarifas más bajas sin cargos adicionales, destacando su compromiso con la transparencia y el beneficio del consumidor.

Resulta intrigante que, a pesar de la aparente ruptura con las agencias online, Ryanair ha decidido mantener colaboraciones selectivas.

Entre ellas se encuentra Google Flights, que la aerolínea elogia como «honesta y transparente», ya que no impone recargos y redirige a los usuarios directamente a su página web. La estrategia de Ryanair sugiere una táctica selectiva para mantener asociaciones con plataformas que considera alineadas con sus estándares éticos y de transparencia.