La directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Nuria Gayán, ha afirmado que la evolución de la calidad del agua del río Queiles, afectada por la presencia del protozoo ‘cryptosporidium’ desde hace 51 días, es «favorable», por lo que es «cuestión de días» que el agua del grifo de Tarazona y el resto de localidades afectadas –Torrellas, Novallas y Los Fayos– sea apta para el consumo, aunque es posible que esto no ocurra en todos los municipios al mismo tiempo.

Así lo ha asegurado Gayán en una rueda de prensa en la que ha apuntado que hay que ser «cautos» y que, cuando el agua sea declarada apta para el consumo, se mantendrá una recomendación de beber agua embotellada para las personas vulnerables, mayores o niños de corta edad, hasta que el Instituto Aragonés del Agua ponga en marcha los ultravioletas, que darán una solución definitiva «para siempre» ante cualquier problema que involucrase al ‘cryptosporidium’.

«Sabemos que es muy largo», ha reconocido la directora general, pero ha instado a «darle unos días al tratamiento» y a abrir los grifos y dejar correr el agua, ya que ello va a ayudar a que la normalidad llegue «un poquito antes».

Ha señalado que se tiene que volver a regularizar el estado del agua después del tratamiento de choque llevado a cabo entre el 21 y el 23 de octubre con un biocida que elimina el ‘biofilm’, una capa que se adhiere a las tuberías en la que puede quedar acantonado el ooquiste del protozoo, que sobrevive durante bastante tiempo.

Como el tratamiento no es compatible con el cloro, ahora se está procediendo a recuperar la normalidad en la cloración, ha explicado, a la espera de tener los próximos resultados analíticos.

En ese sentido, Gayán ha reiterado que este protozoo es «un enemigo difícil de vencer» porque «el cloro no le hace nada» y porque los resultados de los análisis tardan una semana.