La Asociación Río Aragón ha hecho públicas sus preocupaciones con respecto al proyecto de recrecimiento de Yesa. Según un comunicado, el programa Copernicus, perteneciente a la Unión Europea, ha confirmado que las laderas del embalse están en movimiento y se deterioran, a pesar de que los trabajos continúan en el lugar.

Copernicus es un programa dedicado a la observación de la Tierra, centrado en monitorizar la superficie terrestre y prevenir riesgos naturales. Esta herramienta ofrece datos abiertos a cualquier individuo u organización.

La historia del embalse de Yesa ha sido problemática. A pesar de haberse colocado la primera piedra hace 22 años, en 2013, se detectaron deslizamientos en las laderas del embalse. Estudios subsiguientes revelaron que el área afectada alcanza los 237.418 m2 y una profundidad máxima de 117 metros, implicando un volumen de 11.900.000 m3.

En 2017, otra crisis relacionada con el movimiento de la ladera fue, según Río Aragón, «ocultada» por la Confederación Hidrográfica. Fuentes externas, como el Gobierno de Navarra y el Colegio de Ingenieros, Canales y Puertos, indican que las laderas del embalse continúan moviéndose y que no hay garantía de su estabilidad ante eventos naturales como lluvias intensas o sismos.

Los hallazgos de Copernicus coinciden con esta evaluación, señalando que la masa deslizada del embalse continúa degradándose por una serie de procesos interrelacionados.

La Asociación destaca que la base de la presa de Yesa se ha vuelto más susceptible a las fuertes lluvias, factor que contribuyó a la inestabilidad en 2013. Además, mencionan que los parámetros utilizados para calcular la sismicidad en la zona han sido actualizados y han mostrado un aumento en la actividad.

La Asociación Río Aragón subraya que eventos recientes en países como Grecia, Marruecos y Libia son ejemplos de la devastación que tales desplazamientos y condiciones inestables pueden causar.

Por último, se resalta un informe reciente solicitado por el Ayuntamiento de Sangüesa que sugiere que, dada la actual inestabilidad de la ladera y la falta de una monitorización adecuada, no es aconsejable alterar los niveles de agua en el embalse. Por lo tanto, Río Aragón aboga por no continuar con el proyecto de recrecimiento de Yesa y pide una decisión definitiva al respecto.