Ha pasado un año desde la implementación del acuerdo que revolucionó los descuentos por parte de los federados en los refugios de montaña en España. Un año en el que los 16 refugios de montaña de Aragón (14 en Huesca y 2 en Teruel) pueden hacer balance y expresar su satisfacción: la fórmula de Correspondencia de Refugios ha dado resultado. Con cerca de 90.000 euros recaudados para el mantenimiento de estas instalaciones, la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) reconoce que “esta fórmula compensa”.

“En el año 2023, 11 federaciones autonómicas se adhirieron al acuerdo, generando un fondo de aproximadamente 200.000 euros para mejoras en los refugios”, explica Sergio Rivas, responsable de refugios de la FAM. Para el año 2024, se espera la incorporación de más refugios, lo que ampliará el acceso y los beneficios para los montañeros federados.

Recordemos que desde el 1 de enero de 2023, entró en vigor un nuevo sistema de descuentos en la mayoría de los refugios de montaña en España, gracias al acuerdo alcanzado por varias federaciones autonómicas, incluida la FAM. Sólo en 2023, estos refugios en Aragón tuvieron 103.860 pernoctas.

Este acuerdo, conocido como «Correspondencia Mutua de Refugios», establece descuentos para los federados y una compensación para los gestores de los refugios que aplican dichos descuentos. La creación de la Asociación de Correspondencia Mutua de Refugios se llevó a cabo entre cuatro federaciones de montaña (Aragón, Cataluña, Asturias y Navarra), para trabajar y mejorar el servicio a los montañeros que utilizan los refugios de montaña.

De esta las federaciones adheridas aportan al fondo según sus licencias federativas, y cobran de él si gestionan refugios y éstos realizan descuentos a los federados de todas las federaciones firmantes del acuerdo. El fondo de este primer año ha alcanzado los 200.000 euros, a repartir entre las federaciones socias para el mantenimiento de sus refugios.

UN CAMBIO HISTÓRICO EN LA GESTIÓN DE LOS REFUGIOS

Antes de la entrada de este acuerdo, los descuentos se basaban en el acuerdo de reciprocidad europeo, pero con el cambio de dinámica, se creó un nuevo fondo de compensación. Pero según indican desde FAM, gracias a este acuerdo «se garantiza el mantenimiento y la sostenibilidad de los refugios».

A raíz de su creación, sólo los federados adheridos a este acuerdo tienen descuento en los refugios gestionados por estas federaciones. Por tanto, desde el año pasado ya no se aplica el sistema de la reciprocidad para disfrutar de precios reducidos. Del mismo modo, si una federación ha decidido no adherirse a la Correspondencia Mutua de Refugios, sus federados no tendrán descuento, sean licencias autonómicas o Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME).

FEDME por su parte sigue ostentando la representación de España en el Convenio Europeo de Reciprocidad, y por tanto para tener descuentos en muchos de los refugios de Alpes o Pirineo Francés, es necesario tener la licencia FEDME. En estos momentos, desde la FAM indican que se están manteniendo reuniones tanto con otras federaciones con refugios en España como con la propia FEDME para buscar fórmulas de colaboración similares, con la esperanza de que el modelo de correspondencia sea adoptado de manera más amplia.

UNA AYUDA PARA EL MANTENIMIENTO DE LOS REFUGIOS

La gestión de refugios de altura requiere una inversión continua y significativa. Las ayudas destinadas a mantener estas instalaciones son absolutamente necesarias para garantizar la seguridad y comodidad de los montañeros, así como para preservar el entorno natural en el que operan.

Pero el funcionamiento no es fácil: La logística de abastecer y mantener estos refugios es considerable, y la necesidad de utilizar helicópteros para transportar suministros es solo la punta del iceberg. Cada residuo o cada suministro esencial tiene que ser transportado por aire, lo que implica un costo elevadísimo.

“En una comunidad como Aragón, donde los refugios están operativos durante todo el año, excepto casos como el de Respomuso por peligro por aludes, el desafío es aún mayor. Incluso en los fríos y solitarios días de invierno, cuando los refugios permanecen abiertos en muchas ocasiones como bien social, se requiere personal para mantener la calefacción, atender a los visitantes y, en muchos casos, recopilar datos meteorológicos o ayudar a la seguridad de los montañeros”, explica Rivas.

Todo esto se traduce en un aumento significativo de los costos operativos. Además, considera que estos refugios están aislados, lo que significa que deben contar con sistemas de energía y depuración de agua que funcionen de manera fiable y cumplan con estrictas regulaciones. El mantenimiento y el desgaste a una altitud de 2.000 metros añaden otra capa de complejidad y gasto.