Zaragoza contará con un nuevo tanque de tormentas soterrado a orillas del río Huerva. Con la instalación de esta infraestructura, enmarcada dentro del proyecto de regeneración del río a su paso por la ciudad, se mejorará la calidad del agua en el tramo final. Urbanismo ha anunciado este lunes la licitación de este gran depósito subterráneo, que se situará en el área comprendida entre los puentes de Blasco de Cacho y el del Emperador Augusto (popularmente conocido como el puente de los gitanos). En concreto, se ubicará en las inmediaciones de las instalaciones abandonadas de Viveros Sopesens (paseo Renovales, 20).


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El objetivo de los tanques como este es el de almacenar las primeras aguas de lluvia, que son las más contaminantes porque arrastran toda la suciedad acumulada en las calles y en el asfalto, y regular su paso hacia las depuradoras. Según informan desde el Ayuntamiento de Zaragoza, en este sector del río Huerva existen numerosos puntos de alivio asociados a la red de saneamiento y a drenajes puntuales, lo que provoca la existencia de unos vertidos directos sobre el cauce que empeoran la calidad de las aguas del Huerva. En los estudios de la zona ya se han documentado hasta 16 salidas en la margen derecha y una en la izquierda, generalmente de pequeño diámetro e incrustados en los muros, si bien no se tiene constancia clara de su origen. Unos eran puntos de drenaje de antiguas huertas, otros de viarios preexistentes a la actual configuración de calles, e incluso algunos son vertidos de fincas sin conexión a la red pública de alcantarillado. «Son, en definitiva, causa de un urbanismo propio de la zona, ejecutado hace muchas décadas y que ha sido muy concentrado y volcado hacia el cauce», indican fuentes municipales.

Así, el nuevo tanque de tormentas se instalará para salvar las carencias de una red de saneamiento como la de este sector, que es de tipo unitario, tiene escasa capacidad hidráulica en momentos de lluvias y nula resiliencia al escenario climático. Siguiendo la propuesta de Ecociudad, será un tanque de retención con capacidad para retener una lluvia de 10 años de período de retorno y una duración de 15 minutos. Irá soterrado, con acceso en superficie, de forma que se pueda integrar en la futura plaza verde pensada para este lugar, en el entorno del paseo Renovales. Contará con sistemas de medición de caudales, control de contaminantes, tratamiento de olores y by pass de seguridad. En cuanto a las característica técnicas, incluirá sistemas de captación, almacenamiento y envío de datos en tiempo real (SCADA) que permitirán la gestión de las instalaciones en los episodios de lluvia y su integración en la red que desde la Entidad de Saneamiento municipal Ecociudad Zaragoza se está desarrollando.

La redacción del proyecto, y su posterior ejecución, se realizará bajo la dirección del arquitecto municipal que ha diseñado el plan del Huerva, José Javier Gallardo, y de Ecociudad. Por otro lado, se incorporarán las soluciones técnicas y tecnologías propias desarrolladas por las empresas del sector, fundamentalmente en lo referente al tratamiento y depuración de aguas y su gestión. El tanque de tormentas forma parte de un proyecto global cuyo presupuesto está valorado en 9.932.654 euros y que plantea una batería de acciones sobre el denominado subtramo 2 del Huerva (desde la Fuente de La Junquera hasta la desembocadura en el Ebro). Su objetivo es mejorar el estado ecológico del sistema fluvial y devolver la identidad a este río de Zaragoza como pieza vertebradora de la ciudad. Con este fin, las acciones enmarcadas dentro del plan se dirigen con mayor intensidad a la zona comprendida entre el puente Blasco del Cacho (el del paseo Renovales donde se situará el tanque) y el del Emperador Augusto (en la calle Juan Pablo Bonet).


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Entre otras acciones, el proyecto incluye la creación de tres parques a lo largo del recorrido, donde se incluirá la revegetación de carácter natural y paisajístico; un skatepark que permita a los jóvenes llevar a cabo actividades físicas; y un quiosco que permita emplazar actividades de activación económica y creación de empleo en la zona. Con ello se tratará de dotar al entorno ribereño de espacios de descanso y disfrute que permitan conectar a los ciudadanos con el entorno natural.