Durante la Semana Santa, un inusual fenómeno meteorológico ha marcado el paisaje español, dejando a su paso un rastro de lluvias excepcionales. Desde Sevilla hasta Madrid, pasando por la localidad aragonesa de Panticosa, el país se ha visto inundado por un temporal que ha desafiado las expectativas climáticas para este periodo del año.
PANTICOSA
En un informe compartido por el tiempo de Antena 3 a través de redes sociales, se reveló que Panticosa, en la provincia de Huesca, registró un total de 257 litros por metro cuadrado, situándose como la cuarta localidad más afectada a nivel nacional.
Esta situación no es usual para la región, donde la borrasca Nelson dejó su huella con una variedad de condiciones climáticas extremas, desde nevadas hasta tormentas y ráfagas de viento que alcanzaron los 121.7 kilómetros por hora en zonas como Cerler.
A pesar de este inusual evento climático, se espera que las condiciones mejoren en los próximos días, con la llegada de temperaturas más cálidas que marcarán el inicio de la tan esperada primavera en todo el territorio español.
LA BORRASCA NELSON
La tormenta Nelson, que azotó España durante la Semana Santa, dejó estragos. Turistas desilusionados, procesiones suspendidas, y expectativas frustradas para hoteleros en el Pirineo. El domingo 31 de marzo, 12 comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, enfrentaron alertas por lluvia, tormentas, viento, oleaje y nieve.
EL TIEMPO ESTA SEMANA
Para hoy martes, las precipitaciones serán escasas en Huesca y las temperaturas comenzarán a ascender gradualmente. En Teruel y Zaragoza, se prevén temperaturas más cálidas, señalando un cambio en el clima.
El miércoles se anuncia un cielo despejado y un aumento en las temperaturas, superando los 20 grados en Zaragoza y Teruel, mientras que Huesca alcanzará los 19 grados. Este ascenso continuará hacia el final de la semana, anticipando valores casi veraniegos para el fin de semana.
Sin embargo, la lluvia podría regresar el domingo, aunque en forma de chubascos débiles. Es un cambio bienvenido después de la incertidumbre climática que marcó el inicio de la primavera en la región.