El Gobierno de Zaragoza ha aprobado este martes el protocolo con el que participar en el marco de la estrategia aragonesa para la recuperación social y económica impulsada por el Gobierno de Aragón. La consejera municipal de Economía, Innovación y Empleo, Carmen Herrarte, ha explicado que «el Ayuntamiento se adhiere de esta manera, vía protocolo, al plan de rescate a la hostelería y la restauración que aprobó el pasado mes de abril el Gobierno de Aragón, y este es ya el paso sin retorno para adherirmos a este convenio».

El consistorio debería aportar hasta 3,6 millones de euros, fijados por el Ejecutivo autónomo, que podrá compensar a través de la deuda líquida, vencida y exigible no incluida en el presupuesto de 2021 y que proviene, principalmente, de las deudas del pago del IBI que el Gobierno de Aragón tiene con el Ayuntamiento de Zaragoza en diferentes edificios.

«Nos hubiera gustado poder dialogar, poder hablar, realizar aportaciones de valor a este plan de la hostelería», ha afirmado Herrarte. «En la Comunidad valenciana se hizo así y el Ayuntamiento de Valencia, que tiene un remanente de tesorería positivo aportó el 15 por ciento; los ayuntamientos gallegos consideraron que era una violación a su autonomía municipal y decidieron no entrar, pero en el Ayuntamiento de Zaragoza se ha decidido, pese a estas circunstancias entrar en un plan de rescate a la hostelería que ha organizado en exclusiva el Gobierno de Aragón, dotado con 50 millones, de los cuales 30 aporta 30 millones, y el resto los ayuntamientos y diputaciones provinciales».

Había expectativas de recibir unas 12.000 solicitudes, ha añadido Herrarte, pero al final ha habido solo 5.373. «Se trata de ayudas directas que van de 3.000 a 200.000 euros, y ahora se entra en un proceso de valoración de estas ayudas». La ciudad de Zaragoza «hace un acto de fe una vez más y en una de las reuniones con el consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, al que ha agradecido su buena disposición, «dijimos que nos íbamos a adherir y aquí está el convenio, eso sí, no sabemos ni a cuánta gente va a llegar ni cuál es la cifra concreta que se aportará, el dinero fijado por el Gobierno de Aragón es una estimación», ha expuesto la consejera.

«La realidad de las cosas es que a día de hoy, en este momento el Ayuntamiento de Zaragoza sigue sin saber en qué cantidad debe entrar, qué cantidad final va a tener que aportar, y desconoce por completo cuántos empresarios de nuestra ciudad y sus barrios rurales han solicitado estas ayudas», ha lamentado. «No tenemos esa información, esperemos que sea cuestión de muy poco tiempo que contemos con ella».

LAS DUDAS SOBRE LAS AYUDAS DIRECTAS

Carmen Herrarte ha cuestionado la eficacia de las ayudas directas y ha abogado por planes para incentivar el consumo, aunque ha deseado que «este plan de rescate a la hostelería vaya muy bien y sea muy útil a los ciudadanos, pero creemos y es legítimo creerlo que con la aportación del ayuntamiento se podían haber atendido mejor las necesidades de nuestros ciudadanos». Considera que si el ayuntamiento hubiera podido participar en la gestión habría dado una mayor agilidad a la gestión.

«Tenemos la experiencia de que convocamos unas ayudas en julio del año pasado y en octubre ya estábamos inyectando liquidez al tejido empresarial local», ha dicho. Herrarte también va a pedir que con estas ayudas a la hostelería «a nuestros empresarios se les permita pagar los microcréditos que han solicitado al Ayuntamiento de Zaragoza, al igual que se les permite pagar los créditos ICO».

La consejera municipal ha subrayado que «es una pena que haya habido tan pocas solicitudes, las expectativas estaban en 12.000 y la realidad la has situado en 5.373, y «no sabemos cuándo va a llegar la liquidez a nuestros empresarios locales, el retraso es importante».