La Policía Nacional está intensificando sus investigaciones sobre los robos que se están produciendo cada fin de semana en el Casco Histórico de Zaragoza. Se está prestando especial atención a un tipo de robo que destaca por su sorpresivo modus operandi y la falta de capacidad de reacción de las víctimas.

Estos delitos, tanto con violencia como sin ella, son solo una muestra del preocupante aumento de la delincuencia violenta y sin miramientos en nuestro país.

El perfil de los delincuentes involucrados en estos robos es mayoritariamente joven, con edades comprendidas entre los 18 y 24 años. La mayoría de los delitos de los que tiene constancia la policía certifican que estos jóvenes se dedican a robar carteras y teléfonos móviles durante la madrugada, a la salida de los bares de copas o discotecas, utilizando armas blancas o amenazas con ellas.

Pero otro tipo de robo está en auge, según la policía. Y este el modus operandi: de madrugada, en los carriles bici o en vías de con anchas aceras, un ciclista o una persona en patinete pasa velozmente junto a la víctima y le arrebata el móvil o el bolso que lleva en la mano, aprovechando su estado de embriaguez y la oscuridad de la noche para escapar sin ser detectado.

Otro fenómeno que preocupa a la Policía Nacional es el aumento de robos dirigidos a repartidores a domicilio que trabajan para plataformas como Glovo, Uber Eats o Just Eat.

Estos repartidores, que circulan en patinetes y bicicletas, están bien informados sobre la delincuencia callejera y a menudo toman la iniciativa para atrapar a los ladrones.

Estos trabajadores están conectados a través de grupos de WhatsApp, donde comparten información sobre la situación en las calles, incluyendo tráfico, presencia policial y casos de robos y violencia. Esta red de comunicación les permite estar alerta y protegerse mutuamente mientras patrullan la ciudad en silencio, como una unidad coordinada.