La discusión en torno a la renovación o construcción de un nuevo estadio para La Romareda adquiere dimensiones complejas con la posibilidad de que Zaragoza sea sede del Mundial de Fútbol 2030.

Sin embargo, para Lola Ranera, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, la decisión no debería basarse solamente en la eventualidad de ser sede del mencionado torneo.

Con ello, la portavoz del PSOE aleja a su partido de entrar en el consenso que pide el Ayuntamiento de Natalia Chueca para una construcción integral del estadio.

En palabras de Ranera, la reforma puntual del estadio sería una opción viable y no sería necesario emprender una construcción integral de un nuevo estadio.

“Ser sede del Mundial 2030 no es el único factor a considerar en el debate sobre el futuro de La Romareda”, apuntó Ranera. Para la concejal, más allá de la ilusión de albergar partidos de un evento de tal magnitud, es esencial debatir sobre las necesidades reales de la ciudad en relación con el estadio.

“Creo que debemos analizar y debatir en sede municipal si es prioritario que haya un nuevo campo de fútbol o que haya una reforma, las dos formas son posibles, pero, evidentemente, no solamente porque seamos sede del Mundial 2030, eso puede ser una oportunidad, pero entiendo que ese no es el debate que debemos hacer en el Ayuntamiento de Zaragoza», dijo.

Ranera hizo hincapié en que, de ser sede, Zaragoza podría albergar «máximo dos partidos«. En este sentido, recalcó que esta circunstancia no debería ser determinante para la decisión: “No es lo que nos tiene que condicionar la necesidad de que esta ciudad necesite un campo de fútbol”.

En cuanto a la gestión y transparencia en relación con el proyecto del nuevo estadio, la portavoz socialista mostró su desconocimiento más allá de lo informado por los medios de comunicación.

El futuro de La Romareda, así como otras prioridades de la ciudad, quedan pendientes de la propuesta de presupuestos para 2024.

Sin embargo, Ranera dejó claro que, independientemente de las decisiones que se tomen, es fundamental que se prioricen las verdaderas necesidades de Zaragoza y sus habitantes.