El nuevo parking situado en la zona del Parque Bruil de Zaragoza ha abierto al público bajo el nombre ‘Parking Bruil’, con una superficie útil de 4.678 metros cuadrados en planta sótano y capacidad de 189 plazas para coche -cinco de ellas destinadas para vehículos eléctricos y otras cinco para personas con movilidad reducida- y tres plazas para moto.

La adjudicación del proyecto, que llevaba atascada desde 2011, se concedió en 2021 a la empresa Business Plaza 14, incluyendo también las obras de la plaza exterior, con cargo a la licitación del aparcamiento.

El parking está localizado en el Casco Histórico de la ciudad, entre los barrios de la Magdalena y Las Fuentes, muy cerca del complejo de oficinas El Trovador y del Centro Deportivo Municipal Alberto Maestro, y su reforma supone la mitigación de los problemas de estacionamiento en la zona de las Tenerías y el disfrute de un nuevo espacio público exterior, han apuntado las citadas fuentes.

El acceso de vehículos se hace a través de una rampa de entrada en la calle Pascual Albero Burillo y una de salida en calle Vicente López Abadía.

La comercialización del parking se ha lanzado con más de una decena de opciones para estacionar y unas tarifas especiales durante los seis primeros meses, abonos mensuales de diferentes características, bonos por usos y estacionamiento de rotación, combinación de tarifas que tienen como objetivo adaptarse tanto a personas que buscan aparcar su vehículo durante largos periodos de tiempo, como a conductores que necesitan estacionamiento en plazos concretos, han indicado desde Business Plaza 14.

Las tecnologías de última generación que se han aplicado en el parking, como los sistemas de apertura y videovigilancia 24 horas, lo hacen cómodo y accesible para todos los públicos los 365 días del año.

La superficie exterior se ha revitalizado con la creación de dos zonas de juegos infantiles con pérgolas de sombra, balancines y columpios, en una plaza de 1.936 metros cuadrados, ubicada junto a la Escuela Infantil Municipal Parque Bruil.

La renovación se ha completado con mobiliario público como farolas, fuentes, bancos, papeleras, aparcabicis y bolardos para evitar el acceso de vehículos. Se ha adecuado así un espacio que llevaba desierto muchos años dentro del barrio.