La segunda visita del rey emérito a Sanxenxo ha sido notablemente atípica debido a varios factores, principalmente su estado de salud y los cambios repentinos en sus planes de vuelo.

Este fin de semana, en medio del bullicio de las regatas y el encuentro con allegados, Juan Carlos I se vio relegado a las orillas, alejado de las olas por un persistente resfriado y recomendaciones médicas que le aconsejaban evitar la exposición al sol,  tal y como adelantó hace unos días el Diario de Pontevedra.

Desde su llegada el pasado miércoles, se esperaba que el monarca emérito se uniera como patrón del Bribón en la segunda serie de la Liga Española de 6 metros del Real Club Náutico de Sanxenxo. Sin embargo, el catarro que arrastraba desde hace varios días frustró sus planes de navegación, manteniéndolo en tierra firme durante todo el fin de semana.

A pesar de las advertencias médicas, Juan Carlos I no dejó de hacer acto de presencia en el puerto deportivo que lleva su nombre, donde se reunió con la tripulación del Bribón y compartió momentos con amigos y conocidos.

El Emérito el domingo no hizo ningún comentario público, a diferencia de este pasado sábado, cuando aseguró que se encontraba «bien«.

Su agenda se vio alterada por los continuos cambios en los planes de vuelo, que inicialmente lo llevarían de regreso a Ginebra, Suiza, el domingo por la tarde, pero que luego fueron reprogramados para el lunes rumbo a Zaragoza.

En la tarde de ayer, pasadas las ocho de la tarde, el emérito abandonó la casa de su amigo Pedro Campos, donde suele alojarse cuando visita Sanxenxo, con destino al aeropuerto vigués de Peinador, donde le esperaba el avión privado que lo desplazará a la capital de los Emiratos Árabes Unidos.

POSIBLE ENCUENTRO CON LEONOR

El vuelo previsto para el domingo a las 17:00 horas con destino a Ginebra fue cancelado, lo que generó un ambiente de incertidumbre en torno a su partida. Aunque se esperaba que Juan Carlos I visitara a la princesa Leonor en Zaragoza, tal y como aseguran varios medios como el Diario de Pontevedra, una decisión de último minuto lo llevó a abandonar Sanxenxo de manera repentina a las 20:00 horas, rumbo al aeropuerto de Peinador en Vigo, donde tomó un vuelo no identificado.

Su salida de Galicia, ahora programada para la primera hora del lunes con destino a Zaragoza, sugiere la posibilidad de un encuentro con su nieta, la princesa Leonor, quien se encuentra cursando estudios en la Academia General Militar.

Sin embargo, la incertidumbre rodea sus movimientos, ya que su partida abrupta deja interrogantes sobre el motivo exacto de su salida y la naturaleza de su próximo destino.

Se trata de la tercera visita que realiza a España en 2024 y la décima desde que decidió establecer su residencia en Abu Dabi en 2020.