Ya adelantaban hace unos días distintas organizaciones empresariales que las consecuencias de la tormenta que cayó en Zaragoza el 6 de julio eran cuantiosas. CEOE Aragón cifra en más de 100 millones de euros las pérdidas, de los que 60 corresponden a daños en instalaciones, maquinaria y almacenes de distintas compañías ubicadas en la capital aragonesa y localidades cercanas como Cuarte de Huerva o La Cartuja.

Una de las grandes industrias que se ha visto afectada notablemente ha sido BSH, cuya nave ubicada en este último municipio ha sufrido daños considerables y ha obligado a aprobar un ERTE que afecta a 400 empleados. En concreto, estos trabajadores debían incorporarse después de las vacaciones el 21 de agosto, pero no lo harán.

Por ahora, el expediente de regulación temporal de empleo está fijado en 90 días y se aplicará entre dicha fecha y el 31 de diciembre de este año. De esta manera, se evita que la plantilla tenga que quedar desempleada durante un periodo en el que no va a ser posible realizar la producción normal.

Esta decisión responde a los graves daños que han sufrido las instalaciones, que se cubrieron de agua con más de un metro de altura. Esta situación ha provicado que se dañen sistemas y circuitos electrónicos, y la puesta en funcionamiento de las máquinas no será posible, al menos, hasta el 18 de septiembre, y sólo de manera parcial.

Según ha informado la dirección en el comunicado del ERTE, en estos casos de fuerza mayor no es necesario negociar con el comité de empresa, y basta con comunicarlo. No obstante, en este caso el ERTE ha sido pactado con los representantes de los trabajadores.

Entre sus particularidades, no se aplicará a jubilados parciales. Asimismo, el expediente regulatorio no afectará a la contabilidad de vacaciones ni de pagas extras.