Los elevados costes de producción están ahogando a muchos sectores que están cerrando el año con una incertidumbre y un desánimo notable, como es el caso del sector agrario aragonés, que sufre ese aumento de costes sin ver repercutido un aumento en los beneficios.

Varios sindicatos agrarios han criticado la «creciente burocracia y la inasumible normativa» a la que tienen que acogerse mientras se encuentran con escasa mano de obra. Por otro lado hablamos de un sector que ve inasumible el aumento del Salario Mínimo vital profesional.

La evidente falta de mano de obra en los campos aragoneses está repercutiendo en la producción, ya que muchas explotaciones frutícolas están pasando al cultivo de frutos secos, que es un trabajo más mecanizado. Como lamenta el presidente de ASAJA Huesca, Fernando Luna, esto «supone perder la punta de lanza en la provincia de Huesca en lo que a fruta dulce se refiere».

Por otra parte, Luna ha apuntado que se está en el camino de perder la soberanía alimentaria y ha reivindicado una asignatura de agroalimentación en la enseñanza y que el sector esté en el centro de las políticas económicas.

«En España, vamos a denunciar el control en frontera, porque hay fronteras impermeables y está entrando producto de fuera de la comunidad económica europea con una trazabilidad sin controlar y no podemos competir sin tener las mismas herramientas», ha añadido.