Contar con una segunda residencia en el Pirineo es todo un privilegio y permite disfrutar de una naturaleza inigualable y la comodidad de disponer de pistas de esquí prácticamente en la puerta de casa. No obstante, también es verdad -y es lógico- que los precios por metro cuadrado más elevados en toda la Comunidad se localizan allí, con localidades como Formigal, Sallent de Gállego o Benasque copando el ranking.
Pero si algo ofrece Aragón es cantidad y variedad de parajes naturales, algunos de ellos mucho menos aprovechados, si bien la inversión extranjera -sobre todo francesa- ha empezado a llegar a ellos. No obstante, existen todavía alternativas para aquellos ciudadanos interesados en adquirir una segunda residencia en un entorno rural, que ofrezca naturaleza, localidades con encanto y que permita huir del calor de Zaragoza en los meses de verano.
MONCAYO: A UN PASO DE ZARAGOZA
El Moncayo siempre ha estado ahí: visible desde la propia Zaragoza, mucho más cerca que el Pirineo -poco más de una hora en coche- y con un parque natural de una belleza asombrosa. Para aquellos para quienes el esquí no sea una prioridad y, simplemente, quieran invertir en una segunda residencia en un entorno natural donde descansar de la ciudad, es la alternativa más sencilla.
Si bien la ciudad de referencia de la zona es Tarazona, las localidades del entorno, a los pies del parque natural, son una buena oportunidad de inversión. Un ejemplo es Añón de Moncayo, donde está a la venta un chalet adosado de 90 m2, tres habitaciones y dos baños, incluyendo jardín y piscina, por un precio de 173.000 euros.
Si se busca algo más económico, el vecino municipio de Vera de Moncayo, a escasos metros del Monasterio de Veruela, cuenta con oferta de pisos a precios asequibles, como por ejemplo un inmueble de 136 m2, tres habitaciones y garaje incluido, por una cantidad muy competitiva: 35.000 euros.
Otras localidades interesantes en la zona, todas ellas a un paso del parque natural, son Trasmoz, Litago o Alcalá de Moncayo. Además de pisos y chalets, es posible también pensar en la posibilidad de adquirir una casa de pueblo por un precio muy reducido con la intención de dedicar la inversión a reformarla.
MATARRAÑA: UNA FAMA BIEN MERECIDA
La comarca del Matarraña, en la provincia de Teruel, ha ido adquiriendo en los últimos años una atención cada vez mayor, y no es para menos. Lo tiene todo: localidades preciosas (Valderrobres, Cretas, Calaceite…), zonas de montaña (los Puertos de Beceite) y una ventaja añadida: la costa mediterránea está a menos de una hora y se puede plantear un día de playa con gran comodidad.
Si bien poco a poco sus posibilidades turísticas han ido atrayendo a más inversores (muchos de ellos procedentes de Valencia o Cataluña), todavía ofrece precios competitivos alejados de las zonas más afamadas del Pirineo, y a una distancia similar desde Zaragoza.
En la localidad de Cretas, entre Valderrobres y Calaceite y con un casco antiguo encantador de casas de piedra, es posible encontrar una casa independiente de gran tamaño, concretamente de 264 m2 y cuatro habitaciones, totalmente restaurada por especialistas en piedra, por una cantidad de 299.000 euros.
También en el casco urbano de Cretas hay opcoones mucho más asequibles, y con medidas más convencionales, por ejemplo una casa-chalet de estilo rústico pero de construcción reciente (1982), de 78 m2 y tres habitaciones por 85.000 euros.
La vecina Calaceite pasa por ser uno de los municipios más bonitos de todo Aragón, y actualmente dispone de un gran chalet independiente de nada menos que 619 m2 y cinco habitaciones, por 160.000 euros. Opciones más asequibles pueden encontrarse por precios entre 40.000 y 100.000 euros en localidades cercanas como Valderrobres, La Fresneda o Valjunquera.
JAVALAMBRE – VALDELINARES: PARA LOS QUE QUIEREN ESQUIAR
El Pirineo tiene un atractivo, el esquí, que dentro de Aragón solo tiene otra alternativa: las estaciones turolenses de Javalambre y Valdelinares. Esta última localidad cuenta con pisos a la venta desde los 59.000 euros. Es el ejemplo de un apartamento de 56 metros cuadrados con un dormitorio y un baño.
Inmuebles de mayores dimensiones parten de los 125.000, por ejemplo un chalet adosado de 92 m2 y dos habitaciones junto a las pistas de esquí, con un precio de 128.000 euros. Está, además, amueblado y dispone de garaje independiente.