Es el sueño de muchos: contar con una segunda residencia en el Pirineo aragonés para poder desconectar, practicar esquí y disfrutar de la naturaleza lejos del trasiego de Zaragoza. El mercado inmobiliario en la zona más turística de la Comunidad está más dinámico que nunca, y encontrar buenos precios es posible siempre que se analice con detenimiento qué se busca y, sobre todo, dónde.

Porque, en primer lugar, hay que tener en cuenta que en el Pirineo se acumulan las viviendas donde se paga más por el metro cuadrado. En concreto, la localidad de Sallent de Gállego, ideal para esquiar en Formigal o Panticosa, es el municipio más cotizado de todo Aragón. Y en segunda posición está otro pueblo pirenaico: Benasque, a los pies de las pistas de Cerler.

SI SE QUIERE ESQUIAR

En el caso de que el objetivo principal sea esquiar, la forma de reducir considerablemente el precio es alejarse en la medida de lo posible de las estaciones. De hecho, municipios como Sabiñánigo están a años luz en cuanto a precios.

En la capital del Alto Gállego, además de contar con todos los servicios, es posible encontrar viviendas de segunda mano de 2 habitaciones y 56 m2 por poco más de 30.000 euros. Si lo que se busca es algo de mayor tamaño, un piso de unos 90 m2 y 2 o 3 dormitorios es posible adquirirlo desde 35.000 euros.

Pero si lo que se busca es un pueblo con encanto y acercarse más a las pistas, una buena opción puede ser Biescas, a 16 kilómetros de la estación de Panticosa y a 22 kilómetros de la de Formigal. Los precios son más elevados que en Sabiñánigo, pero notablemente inferiores a las cantidades que se alcanzan en Sallent, Formigal o Escarrilla.

Por ejemplo, en Biescas pueden encontrarse apartamentos de un dormitorio y 43 m2 desde 130.000 euros. Si lo que se busca es algo mayor, pisos de dos o tres habitaciones entre los 60 y los 100 m2 están disponibles a partir de 160.000 euros, incluyendo incluso la posiblidad de dúplex.

Esquiar en Formigal-Panticosa está muy cotizado, pero el entorno de las estaciones de Candanchú y Astún ofrece precios ligeramente más asequibles. De nuevo, cuanto más cerca se está de las pistas, los precios son más altos. Por ello, una buena opción puede ser, por ejemplo, el municipio de Villanúa, a 16 kilómetros de la estación de Candanchú.

En la localidad hay disponibles estudios de 30 metros cuadrados por 75.000 euros, y por un poco más, 79.000 euros, es posible hacerse con un dúplex de dos habitaciones y 50 m2. Los pisos a partir de los 60 m2 pueden encontrarse desde los 120.000 euros.

SI ESQUIAR NO ES LA PRIORIDAD

Cuando esquiar no es el principal objetivo, sino que lo que se busca es una zona bonita, tranquila y en plena naturaleza, las opciones se multiplican. En ese caso, lo óptimo es alejarse de los valles que cuentan con estaciones de esquí.

Una opción es el precioso valle de Hecho, donde pueden encontrarse pisos amueblados a partir de 60 m2 y dos habitaciones por poco más de 90.000 euros. En esta zona abundan además las casonas y fincas de gran tamaño, por precios asequibles pero que requieren de una amplia reforma.

También pueden encontrarse inmuebles de este tipo en el entorno de Boltaña, que a su vez también oferta pisos amueblados de hasta 4 dormitorios y más de 100 m2 por menos de 100.000 euros.