Es inevitable apreciar cómo el sector de la logística ha sufrido grandes cambios a lo largo de los últimos años. La sostenibilidad, los objetivos de descarbonización y la búsqueda de la eficiencia y optimización de los procesos ha ido dando paso a un nuevo sector que se ajusta a la demanda actual. En este panorama, empresas como Serma aportan sus innovadoras soluciones para poder dar un paso más en la eficiencia.

La empresa aragonesa está a punto de celebrar su 40 aniversario más fuerte que nunca, y es que ha pasado a ser un grupo de tres empresas que comparten una superficie de 17.000 metros cuadrados en el polígono Malpica. Serma es la empresa matriz, creada en 1984 por cinco socios; Full service Aragón, que se unió hace siete años para hacer servicios auxiliares para Serma y, por último, AGV robotics se encarga de la automatización de procesos logísticos.

Miguel Ángel Casbas forma parte de la segunda generación de directivos de Serma desde 2008. Apoyados en la mejor marca de maquinaria del sector, la marca alemana Linde, están apostando muy fuerte por la automatización de los procesos logísticos completos, ya que es la tendencia del sector, a pesar de que «todavía somos muy analógicos», expresa Casbas.

LA EFICIENCIA DE LA AUTOMATIZACIÓN

El movimiento de mercancías tradicional, que se ha hecho siempre con el manejo de la máquina por un operario, dará paso poco a poco a ser un proceso más eficiente, rápido y seguro gracias a la automatización.

Y lejos de suponer la destrucción del empleo, es «todo lo contrario: estamos generando empleo de más valor«, ya que esas personas se reubican en la gestión de las máquinas, su control, programación o mantenimiento.

«El mundo tiende a máquinas autónomas que son más eficientes, permiten trabajos más continuos, evitando accidentes y pudiendo trabajar 24 horas sin paradas», explica el CEO, que asegura que aunque ahora esté calando en las grandes empresas, «la automatización va a llegar a todo tipo de empresas».

AYUDANDO A LA SOSTENIBILIDAD DEL SECTOR

En el camino de la competitividad, la sostenibilidad es un arma de las empresas frente a la competencia, ya que permite la consecución de los objetivos de sostenibilidad a la vez que mejora la eficiencia, lo que inevitablemente mejora la rentabilidad económica.

En este sentido, Serma recientemente entregó la primera carretilla de hidrógeno en Zaragoza a la empresa ARPA. Esta entrega marca un hito en su historial de innovación y sostenibilidad, siendo pioneros en la venta de carretillas de hidrógeno. La gran ventaja de las carretillas de hidrógeno es que sus emisiones son cero, además de la velocidad de carga, que «en dos minutos permite cargar otras ocho horas de trabajo».

«Hoy hablar de una máquina diesel suena de la prehistoria», explica Casbas, ya que aunque el 5% de las máquinas son diesel por circunstancias del cliente, el resto de sus maquinarias ya son eléctricas. Además ha habido otro importante cambio y es que han cambiado el plomo por las baterías de litio, que ya representan el 60% de su maquinaria. Esta nueva generación de máquinas son «mas eficientes y respetuosas y no necesitan tanta infraestructura».

El gran reto a corto plazo de la empresa aragonesa es llevar la automatización a sus nuevas instalaciones, un espacio de más de 1.500 metros cuadrados en el Polígono Malpica destinados exclusivamente a la automatización. En estas nuevas instalaciones se espera que «de aquí a dos años más de 25 personas estén asumiendo proyectos de automatización en las empresas».

Pero si en algo son fuertes, además de en todo lo anteriormente mencionado, es en su servicio posventa, que lo definen como «el corazón de Serma» y su foco. «Siempre buscamos que el acompañamiento al cliente en sus procesos logísticos sea excelente», finaliza Casbas.