Zaragoza cuenta con un parque inmobiliario envejecido y muchos propietarios desconocen que existe una regulación por la cual es obligatorio revisar los inmuebles para garantizar que están en las adecuadas condiciones para su habitabilidad, algo que no siempre se cumple. De hecho, no hacerlo en tiempo y forma conlleva sanciones administrativas.

En concreto, la Inspección Técnica de Edificios (ITE), según la legislación actual, es obligatoria para edificios de más de 50 años. Teniendo en cuenta que la edad media de los mismos en la capital aragonesa es de 1975, muchos de ellos han tenido que pasarla ya, o están cerca de tenerlo que hacer. Las sanciones previstas en caso de no hacerlo, impuestas por el Ayuntamiento de Zaragoza, pueden ir de los 600 a los 6.000 euros.

En concreto, en Zaragoza hay 17.608 edificios destinados a viviendas con más de 50 años, según estima el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos de Zaragoza (COAATZ). De estos edificios, la gran mayoría deben pasar la ITE y se estima que hasta el 40% de los mismos han podido no haberla pasado, algo que es preceptivo (bien porque no realizaron la de los 50 años, o principalmente porque no han realizado las inspecciones subsiguientes, que deben realizarse cada 10 años). De las ITEs registradas por el Ayuntamiento de Zaragoza, casi la totalidad son favorables, señalan asimismo desde el COAATZ.

Del mismo modo, no pasar la ITE, que es algo similar a la ITV de los automóviles, tiene otras consecuencias. Por ejemplo, en caso de que se produzca un desperfecto en el hogar, el seguro puede aducir que el edificio no cumplió en la plazo la ITE y, de este modo, desentenderse del problema.

A este respecto, Zaragoza mantiene la regulación municipal de conservación que se aprobó a principios de los 2000. Previamente, como explica el director gerente del COAATZ, Lucio de la Cruz, el método utilizado era fundamentalmente correctivo, es decir, los edificios se reparaban cuando surgía un problema.

LO REGULARÁ LA NUEVA LEY DE VIVIENDA

Sin embargo, con la llegada de la ITE, se hizo obligatoria la inspección preventiva, algo que fueron asumiendo las distintas ciudades españolas, entre ellas Zaragoza, en el año 2002. Posteriormente, en 2013, el Estado mejoró la ITE incluyendo cuestiones relativas a la accesibilidad y la eficiencia, y en 2017 se estableció que fueran las Comunidades las que regularan estas cuestiones.

Aragón, a día de hoy, todavía no lo ha hecho y son las propias ciudades, entre ellas Zaragoza, las que se encargan de aplicar el antiguo ITE, algo que muchos edificios no están cumpliendo. Como explica De la Cruz, se está intentando que la revisión de la norma se incluya en la nueva Ley de Vivienda que se está preparando desde el Gobierno de Aragón,

En este aspecto, desde el COAATZ se aboga por que se aplique lo que se conoce como ‘Libro del edificio existente’, lo que sería como una ITE 3.0, una normativa mucho más ambiciosa y que para el Colegio sería el instrumento ideal para garantizar la seguridad de los edificios. En opinión de De la Cruz, con esta herramienta «se podrían evitar muchos accidentes como el reciente incendio de un edificio en Valencia».

En cualquier caso, a efectos prácticos, los propietarios y comunidades de vecinos, a día de hoy, lo que deben prestar atención es que los inmuebles hayan pasado la ITE en caso de superar los 50 años. Una vez realizada, las revisiones está previsto que se repitan cada 10 años, con el fin de garantizar la seguridad y la habitabilidad de los mismos.