La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha anunciado este lunes su renuncia como líder de Sumar tras el varapalo electoral que ha sufrido la formación tras las elecciones europeas de este domingo.

Así lo ha manifestado durante una declaración pública en streaming tras la reunión de la Ejecutiva de Sumar que se ha prolongado durante más de tres horas. De esta forma, formaliza su dimisión como coordinadora general de la formación tras ser elegida en marzo de este año para el cargo en la primera asamblea estatal de la formación y asume en primera persona el batacazo de las europeas.

El nefasto balance en los comicios del 9J ha abierto una fuerte crisis en la coalición de izquierdas, con voces críticas en Más Madrid como el dirigente Eduardo Fernández Rubiño que demandaba asumir responsabilidades en la cúpula de Sumar.

Hoy, el líder de IU ha manifestado que tras el decepcionante resultado de Sumar, que les deja fuera del Parlamento Europeo por primera vez en su historia, ha proclamado que «todo proyecto sin organización es efímero«.

EL RESULTADO ES «MI RESPONSABILIDAD Y ME HAGO CARGO»

Durante su intervención, Díaz ha manifestado que estas elecciones han servido de «espejo» y que la ciudadanía no se «equivoca» cuando vota o cuando decide no acudir a votar.

«Es siempre nuestra responsabilidad. Y en este caso, y sin duda ninguna, es mi responsabilidad. La ciudadanía ha hablado y yo voy a hacerme cargo», ha desgranado para exponer que decide dejar el cargo de coordinadora federal.

Asimismo, ha señalado que es necesario que el espacio abra un debate colectivo en el seno de Sumar, así como en sus organizaciones aliados, y con su renuncia «abre ese camino».

«En estos meses siento que no he hecho las cosas que debía hacer y las cosas que mejor sé hacer. La ciudadanía, sin duda, lo ha percibido», ha enfatizo la vicepresidenta segunda.

EL RELEVO DE DÍAZ

Para suplir la vacante de Díaz, según han explicado fuentes de la formación, se convocará pronto el Grupo Promotor de Sumar, el máximo órgano de la formación conformado por 80 miembros, que según los estatutos tendrá que proponer un nuevo coordinador general y debe ser aprobado por mayoría simple.

La idea es que este proceso se pueda convocar en una o dos semanas para evitar prolongar que la formación esté descabezada más tiempo.