No hay otro tema que acapare más conversaciones cuando hablo con otros empresarios que el «cuál crees que va a ser el impacto de esta crisis del coronavirus en la automoción a medio plazo». Obviamente, no va a ser el mismo para unos sectores que para otros, ni tampoco va a golpear igual a todas las regiones.

En concreto en la que nos ocupa, Aragon, el turismo no tiene, ni de lejos, el mismo peso especifico que en la media nacional. Si tenemos en cuenta que además la temporada de nieve se salvo casi en su totalidad, menos aún. De modo que estoy esperanzado en que encajemos el golpe, como región, mucho mejor.


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En lo que a nuestro sector respecta, la automoción, nos ha pillado en un momento relativamente bueno, en la medida en que un porcentaje muy grande de nuestras ventas en los últimos años han sido operaciones de renting o de financiación con mantenimiento incluido. Por lo tanto, la fidelidad del taller va a ser un pilar fundamental.

Ya en los pocos días que llevamos abiertos hemos tenido una demanda abrumadora, y tenemos hoy más de 450 citas de taller.

Otro elemento que está cambiando en el consumidor es la intención de compra. Estudios de mercado llevados a cabo en China demuestran un cambio en los patrones de consumo. Está claro que China es una sociedad muy distinta a la nuestra, pero es el indicador mas fiable que tenemos al llevarnos ellos dos meses de ventaja.

Allí hace 6 meses solo uno de cada 3 pensaba en comprar un coche, ahora es el doble, debido al miedo a compartir tu espacio en los transportes colectivos.

«Un porcentaje muy grande de nuestras ventas en los últimos años han sido operaciones de renting o de financiación con mantenimiento incluido»

Llevado a España y más concretamente a nuestro target de cliente, pienso que vamos a robarle muchos usuarios al AVE. Ya era difícil conseguir un billete en tu franja de horario ‘ideal’, imaginar ahora que los vagones irán al 50%.

Por ultimo, está la descarbonización. Aquí es donde tengo más dudas. Los fabricantes de automóviles dan muchísimo empleo y tienen un peso específico tremendo en el PIB de aquellos países en los que operan sus fabricas, me refiero fundamentalmente a Alemania, Francia, Italia y España.

Estos fabricantes han sufrido mucho este parón ya que han tenido que asumir su impacto y además ayudar a mitigar el impacto en su red comercial (BMW nos ha ayudado mucho a los concesionarios), de modo que sus recursos para invertir en electrificación se han visto mermados. Quizá por ello sea prudente darles algo más de margen en los objetivos de reducción de emisiones.

*Jorge Vecino es director gerente de BMW Goya Automoción