Una investigación liderada por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) revela que una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra (AOVE) puede reducir significativamente los síntomas depresivos en pacientes con antecedentes de depresión. Este estudio, financiado por el Fondo de Investigación en Salud, ofrece nuevas perspectivas sobre la relación entre la alimentación y la salud mental, destacando la importancia de la nutrición en la prevención y tratamiento de la depresión.

La depresión es un trastorno mental común que afecta a millones de personas en todo el mundo, y su prevalencia está en aumento. Este estudio del CIBER es el primero en evaluar a largo plazo el efecto de una intervención personalizada con dieta mediterránea, enriquecida con AOVE, en pacientes que se han recuperado de episodios depresivos anteriores.

Los resultados, publicados en la revista ‘Nutritional Neuroscience’, muestran que la adopción de una dieta mediterránea puede conducir a una notable reducción en los síntomas depresivos. El estudio involucró a 196 participantes que habían experimentado al menos un episodio depresivo en los últimos cinco años. Se asignaron aleatoriamente a dos grupos: uno que siguió una dieta mediterránea enriquecida con AOVE y otro de control.

La intervención de dos años demostró ser efectiva en la reducción del riesgo de recurrencia y en la mejora de los síntomas depresivos en comparación con el grupo de control. La investigadora Almudena Sánchez-Villegas destaca que esta es la primera evaluación a largo plazo de una intervención dietética en pacientes con antecedentes de depresión, y la efectividad se mantuvo a lo largo del tiempo.

Ana González-Pinto, jefa de grupo en CIBERSAM, señala que las intervenciones nutricionales basadas en la dieta mediterránea son seguras, económicas y podrían ser una herramienta efectiva para prevenir la depresión recurrente. La dieta mediterránea, reconocida como una de las más saludables, muestra una relación positiva con la reducción del riesgo de depresión, según estudios observacionales.

Este hallazgo no solo destaca la importancia de la alimentación en la salud emocional, sino que también sugiere la viabilidad de estrategias basadas en la dieta como complemento a enfoques tradicionales en el tratamiento de la depresión. La investigación subraya la relevancia de adoptar un enfoque holístico que incluya cambios en el estilo de vida, especialmente en la alimentación, para mejorar la salud mental.