La Unión Europea ha emitido una alerta sanitaria a través del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff) debido a la detección de anisakis en unas huevas de merluza en un control fronterizo en España. Este parásito, conocido por causar graves problemas de salud, ha generado una reacción inmediata por parte de las autoridades.

El producto contaminado fue detectado en un control fronterizo y retirado de manera inmediata. Sin embargo, el organismo europeo ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que otros lotes hayan pasado los controles y llegado al mercado. La alerta sanitaria ha sido clasificada como «grave» debido al potencial riesgo para la salud pública.

Las huevas de merluza infectadas provienen de Marruecos, pero Rasff no ha divulgado más información sobre el destino del producto ni el paso fronterizo específico donde se detectó el anisakis. Este parásito puede encontrarse en el pescado y en los cefalópodos (calamar, pulpo, sepia) y puede provocar alteraciones digestivas y reacciones alérgicas severas.

LOS CONSEJOS DE SEGURIDAD ALIMENTARIA

Desde la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), que depende del Ministerio de Sanidad, se han emitido recomendaciones para prevenir la ingesta de anisakis:

  1. Comprar Pescado Limpio: Es fundamental adquirir pescado sin tripas o limpiarlo lo antes posible tras la compra.
  2. Métodos de Preparación Seguros: Cocinar el pescado mediante cocción, fritura, horneado o a la plancha, asegurándose de que alcance al menos 60ºC durante un minuto para eliminar el parásito.
  3. Preparación de Crustáceos: Los crustáceos (langosta, langostino, gamba, nécora) deben ser cocidos o preparados a la plancha.
  4. Consumo de Pescado Crudo: Si se desea consumir pescado crudo o en preparaciones que no eliminen el anisakis, es necesario congelarlo previamente.

El anisakis es un parásito que puede causar anisakiasis, una infección que se contrae al ingerir pescado o cefalópodos crudos o mal cocinados que contienen larvas de este parásito.

Los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos y, en algunos casos, reacciones alérgicas graves. La mejor manera de prevenir la infección es asegurarse de que el pescado esté bien cocido o congelado antes de su consumo.