El objetivo es fundamentalmente económico y el medio, conseguir esa sustancia que produzca un ‘efecto colocón’ rápido que buscan los que consumen drogas ilegales. El lugar de su venta, el mercado negro. Pero antes hay que conseguir las sustancias.

Una de las más buscadas es la ‘toseína’, un medicamento que no es más que un jarabe para la tos. Se vende bajo prescripción médica y está prohibida su venta a menores de 12 años y mujeres lactantes.

El motivo, tiene un gran índice en su composición de codeína, un derivado del opio, con menor potencia, pero con una efectiva labor como sedante y analgésico. Es muy efectivo para evitar el dolor moderado y la tos, pero puede producir otros efectos.

La operación ‘Avizón’ ha sido la última llevaba a cabo, en este caso, por la Guardia Cvil en Huesca. Los dos investigados utilizaban recetas médicas falsificadas para la obtención en farmacias de medicamentos con componentes psicotrópicos, especialmente ‘Toseína’ y ‘Trankimazin’.

Estas actividades delictivas no son nuevas; prueba de ello, que los agentes empezaron a recibir información de la misma en marzo del año pasado. La Policía Nacional también trabajo en paralelo con idénticas informaciones.

UN PROBLEMA QUE VA A MÁS

En total más de 90 recetas falsificadas que usaban para comprar los medicamentos y posteriormente mezclarlos con otros componentes para venderlos en el mercado negro y sacar cuantiosos beneficios.

El Colegio de Farmacéuticos de Huesca y el de Zaragoza ya están al tanto de estos hechos esclarecidos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Se investiga la procedencia de las recetas falsas. Mientras, algunos farmacéuticos consultados por HOY ARAGÓN aseguran que este problema no es la primera vez que lo detectan y que va en aumento.

«No es tan complejo hacerse con recetas falsas, pero si percibimos alguna irregularidad, retenemos la receta y la identificación del comprador y lo notificamos a la policía», explican los facultativos.