«El otro día le dieron una paliza al hijo de una amiga de 12 años», explica una mujer en redes sociales, advirtiendo a los vecinos de una situación que parece estar enquistándose y comprometiendo a los más jóvenes.

Recientemente, en varios medios de comunicación salían pintadas relacionadas con la banda de los ‘Trinitarios’. Esas pintadas aparecían por varias zonas de un mismo barrio, Valdespartera. Hasta hace bien poco, esta zona de la capital zaragozana no pertenecía a ninguna banda, o por lo menos no salía en el mapa de lugares donde ‘DDP’, ‘Black Panther’ o desde hace bien poco ‘Trinitarios’ tenían su base o lugar de reunión.

Ahora estos últimos, los ‘Trinitarios’, han puesto su particular ‘bandera’ con su trilogía «Dios, Patria y Libertad». «Hemos denunciado como a unos diez o doce que van con gorras y música subidos a sus bicicletas por en medio de la carretera haciendo caballitos y cruzándose por los carriles de la zona del Parque del Barco», explicaba otro vecino en redes sociales.

La existencia de marcas de bandas juveniles ha puesto en alerta a los vecinos que piden mayor presencia policial en el barrio al comprobar, según explican, que son varios los grupos de jóvenes los que se mueven dando la nota y con cierto aire de impunidad en sus calles.

‘AD7’, ‘PP7’, ‘Trinis’ o  ‘TNT’ son sus señas de identidad. Son avisos para sus rivales, los ‘DDP’ de San José o Delicias, o los ‘Black Panther’ de la Magdalena o ‘El Gancho’. El campo de acción se ha abierto con un nuevo grupo que fundamenta sus acciones en defensa de sus ideales y de las bandas rivales.

YA NO SON ‘BANDAS LATINAS’

Cuando preguntas a la Policía Nacional, hace tiempo que no hablan de bandas latinas sino de bandas juveniles, de grupos de jóvenes latinos y de otras nacionalidades, incluida la española, que se organizan como auténticas bandas criminales, bajo una jerarquía y apoyado en un sistema de captación  de fondos económicos vinculados a la droga y a los robos con violencia.

Precisamente en ‘Los Trinitarios’, muy asentados y violentos en ciudades como Madrid, si que se ha observado otra metodología de captación de fondo vinculada a los delitos tecnológicos. Fraudes y estafas por internet, algo que todavía no se había detectado en este tipo de bandas criminales.

Ahora Valdespartera se convierte en un nuevo barrio ‘contaminado’ por las bandas juveniles que buscan con la intimidación y el abuso de poder dejarse notar en zonas donde los vecinos ya perciben su influencia. Unos vecinos que ya muestran en redes sociales su preocupación por estar dentro de la ecuación de las bandas. Y lo temen no solo por ellos, sobre todo por sus hijos.