Justo al lado de la plaza Mozart, en la calle Vicente Berdusán, se encuentra uno de los garajes con mayor número de plazas de aparcamiento de Zaragoza. Los vecinos de la urbanización Parque Roma no dejan de denunciar una situación que llevan viviendo meses.

«Empezó viniendo uno, pero ahora son más de seis los que pernoctan en la entrada del garaje», dice Marta, una vecina que ve a diario desde la ventana de su vivienda como los okupas entran y salen por la rampa de entrada de vehículos. «Esto es un riesgo porque alguno de los vecinos que baja o suben en coche puede no esperárselo y llevárselo por delante», asegura Marcos, otro vecino afectado.

Han denunciado la situación al Ayuntamiento de Zaragoza y a la Policía Nacional pero, hasta el momento, dicen, no han recibido ninguna contestación. «Si que es cierto que hace unos días unos policías vinieron a sacar fotografías del sitio, pero nada más», explican los vecinos.

Por eso han decidido ponerse en contacto con HOY ARAGÓN, para agilizar una situación que consideran se puede enquistar y pone en peligro no solo a los okupas sino a los vecinos de los bloques de viviendas colindantes.

«Les hemos visto haciéndose comida y calentándose con fuego… Esto es un riesgo, porque cualquier día puede pasar algo grave», relata Marta.

La entrada y salida de vehículos en este aparcamiento de cinco plantas, justo al lado de la urbanización en la que viven cientos de familias, implica riesgo a diario justo en la zona en la que se han instalado los okupas, al parecer con algún menor. «Hemos visto un niño entre ellos y es algo que también nos preocupa», añade Marta.

LA CERRADURA DE ACCESO FORZADA

La rampa de entrada y salida de los vehículos al garaje no tiene barrera, pero si que hay una puerta de acceso al final de unas escaleras que los vecinos muestran como ha sido forzada. «Está rota desde hace días y ya no solo entran por la rampa sino por estas escaleras porque ya la puerta no es un impedimento», relata Marcos.

Han pasado meses desde el comienzo de esta situación y los afectados consideran que si no se pone un remedio rápido a la okupación habrá un problema. «Entendemos la situación de personas que no tienen hogar pero esto es un riesgo que se puede evitar», advierte Marta.