Un día después del desalojo de la veintena de okupas del garaje de la calle de Montañés en el barrio zaragozano de Delicias, siguen haciéndose públicas algunas informaciones acerca de lo que se escuchaba y veía dentro y fuera de ese garaje.

Manuel Paz, propietario de dos pisos en el bloque de viviendas del número 8 y 6 de esta calle, justo encima del garaje, no se calla al denunciar lo que, según sus inquilinos y otros vecinos del inmueble, vivían a diario.

«Lo que veis y oléis es la basura y los excrementos humanos que hay todavía por algunas zonas del edificio, porque recordemos que hay todavía cerca de cinco viviendas okupadas«, relata Paz.

Manuel explica a HOY ARAGÓN que días antes del desalojo los vecinos que vivían en los pisos justamente encima del garaje veían entrar y salir a chicas jóvenes. «Una vecina me dijo un día que había oído gritos de una chica joven que provenían del interior de el garaje», explica Paz recordando lo que le dijo una vecina.

En el interior del garaje Manuel pudo hacer fotografías que compartió con vecinos del inmueble de espacios que los okupas separaban y diseñaban a modo de habitación limitada por sábanas blancas fuera del alcance de miradas para dar una cierta intimidad al espacio.

«Pero eso que vimos estaba rodeado de basura, de excrementos, orines y el olor era indescriptible. Cuesta mucho pensar que ahí estuviesen alguno de ellos con chicas«, asegura Manuel Paz.

CAMPING GAS, ESTANTERÍAS Y CABLES COLGANDO

Los vecinos han podido acceder al garaje ahora que lo están desinfectando y han hecho más fotografías de los espacios que los okupas crearon. Trasteros con camas, estanterías, armarios, empalmes de luz en el techo con peligrosos cables colgando y hasta cuadros y espejos colgados.

A esto hay que añadir pequeños camping gas con los que cocinaban, espacios separados con palets de madera, adornos navideños, lavadoras rodeadas de mugre, sartenes enmohecidas, y una innumerable lista de objetos con los que hacían vida estos okupas que habían convertido el garaje en una especie de hogar que acabó siendo terrorífico.