El descansadero de la Cabañera Real, ubicado entre Zaragoza y El Burgo de Ebro, se ha convertido nuevamente en el escenario de una fiesta rave ilegal, congregando a alrededor de medio millar de personas.
Este evento clandestino, que revive la situación experimentada a finales de octubre del año pasado cuando se estimó una asistencia de 700 personas, tal y cómo adelantó HOY ARAGÓN, ha atraído la atención de la Guardia Civil, que ya ha contabilizado decenas de vehículos en la zona y se mantiene vigilante ante la evolución de los acontecimientos.
La propiedad privada ocupada, la misma que en la ocasión anterior, se encuentra en una zona de especial protección, levantando preocupaciones sobre el impacto ambiental en la estepa circundante. A pesar de su pertenencia formal al término municipal de Zaragoza, la localidad más cercana es El Burgo de Ebro, seguido por Mediana de Aragón y el barrio rural de Torrecilla de Valmadrid. Hasta este domingo, no había constancia en El Burgo de la celebración de esta reunión.
LA RAVE DE OCTUBRE: ¿QUÉ PASÓ?
Estas fiestas rave, convocadas habitualmente a través de las redes sociales, atraen a los asistentes por su naturaleza clandestina y su enfoque en la música electrónica.
La anterior edición, según informes policiales, fue organizada por colectivos de música tecno de Cataluña, con la instalación de cuatro escenarios y la autofinanciación a través de la venta de bebidas, llegando incluso a contratar servicios de limpieza. A pesar de las adversidades climáticas, la fiesta continuó su curso.
La Guardia Civil, tras mantener la vigilancia y el control de accesos, procedió al desalojo de los últimos participantes el martes siguiente al inicio de la fiesta, desplegando un dispositivo que incluyó efectivos de Seguridad Ciudadana de las compañías de Casetas, Caspe y Calatayud, con el apoyo del Seprona. Hasta entonces, los asistentes mantuvieron un bajo perfil, haciéndose notar en El Burgo solo el domingo cuando algunos de ellos acudieron a comprar provisiones, visitaron bares e incluso utilizaron el transporte público.