Sucedió ayer por la mañana cuando todos estaban celebrando y disfrutando de los regalos de los Reyes Magos. Mariano, un zaragozano de 63 años, jugaba con unos amigos un partido de fútbol en el polideportivo del barrio de Torrero cuando, de repente, cayó desplomado.

No reaccionaba y los compañeros enseguida pidieron el DEA, dispositivo de reanimación, a los trabajadores del polideportivo y rápidamente lo activaron para intentar reanimar a Mariano. Al mismo tiempo, Adriano y Pablo, dos policías nacionales, acudían al lugar de los hechos avisados por la sala del 091.

Me dijeron que estaba mal y que no respondía así que fuimos lo más rápido posible”, explica Pablo a HOY ARAGON. Al llegar se encontraron a Mariano tumbado en el suelo y justo en ese momento la máquina reanimación les pidió que pasasen a reanimar al paciente por el método manual .

“En ese momento empezamos a turnarnos para intentar sacarle adelante. La verdad es que yo le cogía de las manos y tenía las manos muy frías“, recuerda este Policía Nacional. Al final Mariano empezó a responder y le pusieron en posición lateral, ya que respiraba, hasta que llegó a la ambulancia de Bomberos de Zaragoza.

UNA MALA EXPERIENCIA ANTERIOR

Pablo, recuerda que no es la primera vez que ha asistido a una persona que había sufrido una parada cardiorrespiratoria. “Fue hace tiempo, y la persona tenía 94 años, pero en aquel momento la cosa no acabó bien», recuerda Pablo, que confiesa que tenía una espina clavada desde entonces.

El hijo de Mariano, que ya se está recuperando en el Hospital Clínico de Zaragoza, llamó a estos policías nacionales para agradecerles el haber salvado la vida a su padre. “Son esas cosas que te ayudan a seguir adelante y te dejan un buen sabor de boca. Nos alegramos mucho de haberle salvado la vida“, se sincera Pablo, que junto con Adriano, le hicieron a Mariano y a su familia el mejor regalo de reyes que se puede tener.