La industria cervecera, conocida por su huella medioambiental significativa, está experimentando una revolución inusual: la cerveza en forma de polvo. Una empresa alemana, Klosterbrauerei Neuzelle, ha lanzado la primera cerveza completa del mundo en forma de polvo, presentando una alternativa para reducir costes, recursos y emisiones de CO2 en la cadena de producción y distribución.

ELABORACIÓN DE LA CERVEZA EN POLVO

El proceso de elaboración, respaldado por BMW y el Ministerio Federal de Economía de Alemania, implica la deshidratación de la cerveza. Esta «cerveza más seca» también puede cambiar la forma en que se percibe y consume a nivel global.

La idea es simple: mezclar el polvo con agua y disfrutar de una cerveza carbonatada con alcohol. Además de reducir significativamente los costes de envío al pesar un 90% menos que la cerveza líquida, el sabor se mantiene auténtico. Las primeras degustaciones han sido prometedoras, describiéndola como «sabe un poco a malta».

IMPACTO MEDIOAMBIENTAL

El impacto medioambiental positivo de esta innovación es evidente. Se estima que se podrían reducir entre un 3 y un 5% de las emisiones de CO2 solo en Alemania, y a nivel global, podría representar la mitad de las emisiones de CO2 asociadas con la producción. Sin embargo, los beneficios no se aplicarían de manera uniforme, siendo más relevante para cerveceros que abastecen a mercados lejanos.

La cerveza en polvo representa un paso adelante en la búsqueda de métodos más sostenibles en la industria cervecera. Además, otras empresas, como Sustainable Beverage Technologies en Colorado, están explorando enfoques similares, utilizando tecnologías de envasado innovadoras.

En un mundo donde la sostenibilidad se ha vuelto crucial, la cerveza en polvo podría ser el comienzo de una nueva era para la industria cervecera.