Durante los primeros días del verano, hemos experimentado una notable estabilidad atmosférica con cielos soleados y calor intenso tanto de día como de noche. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las temperaturas han superado los 40 grados centígrados en el valle del Guadalquivir y los 35ºC en gran parte del país. Este «importante episodio de calor» se prolongará hasta el próximo jueves, según advierte la AEMET.

Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, ha descrito esta situación como un «importante episodio cálido» y la primera ola de calor de este verano de 2023. Las temperaturas seguirán en aumento en los próximos días en la mayoría de las regiones de España. En áreas del centro y sur de la Península, las más afectadas por el calor, se esperan valores entre 5 y 10 grados por encima de lo normal para esta época del año. Aunque en menor medida, el ambiente también será cálido en la mitad norte del país.

Según explica Del Campo, varios factores se combinan para esta situación. Por un lado, se espera una atmósfera estable con altas presiones sobre la Península, lo que permitirá muchas horas de sol y calentamiento de la superficie y las capas bajas de la atmósfera. Además, se pronostica poco movimiento de aire, lo que atrapará el calor cerca del suelo. La llegada de una masa de aire proveniente del norte de África, también muy cálido, contribuirá a elevar aún más las temperaturas. A esto se suma la escasez de precipitaciones.

Sin embargo, las condiciones de calor intenso continuarán en los próximos días con mucho bochorno y clima soporifero, afectando especialmente al centro y sur de la Península. Es importante tomar precauciones y mantenerse hidratado durante esta ola de calor, siguiendo las recomendaciones de las autoridades competentes.

El anticiclón de las Azores: ¿qué está pasando?

Tras haber experimentado la primavera más calurosa registrada en España, el cambio de clima al pasar de abril a mayo fue recibido con esperanza. El anticiclón de las Azores, una cresta de altas presiones que protege a la Península Ibérica y a Canarias de los sistemas frontales lluviosos, se retiró y dio lugar a temperaturas inusualmente bajas para esta época del año, junto con fenómenos excepcionales como una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) primaveral y la borrasca tardía llamada Óscar. Sin embargo, los meteorólogos e investigadores ahora observan con asombro una nueva anomalía: el anticiclón sigue ausente en la antesala del verano y las aguas del Atlántico Norte están más cálidas que nunca.

«Es una temperatura histórica, escandalosa», destaca Francisco Martín León, meteorólogo de Meteored y coordinador de RAM (Revista del Aficionado de la Meteorología). Los registros desde 1981 indican que 2023 ha batido récords desde principios de mayo. El 1 de julio, la temperatura del agua alcanzaba los 22ºC, un grado por encima de la media histórica. Cada día que pasa, se establecen nuevos récords, especialmente en el oeste y suroeste de Canarias, la zona del Cantábrico al norte de la Península Ibérica y el área cercana al Ecuador, que es la principal generadora de tormentas tropicales y se ve especialmente afectada.

Esta situación plantea interrogantes sobre el impacto del cambio climático y el calentamiento global en las condiciones meteorológicas. La anomalía en las temperaturas del agua del Atlántico Norte puede influir en el patrón climático general y tener consecuencias para la formación de tormentas y sistemas atmosféricos en diferentes regiones. Los científicos continúan monitoreando y estudiando estos fenómenos para comprender mejor su origen y evolución, así como para evaluar su posible relación con el cambio climático.

En resumen, la ausencia del anticiclón de las Azores y las temperaturas históricamente cálidas del agua en el Atlántico Norte están generando una anomalía en el clima de la antesala del verano. Esta situación plantea nuevos desafíos para los meteorólogos e investigadores, quienes buscan comprender las causas y las implicaciones de estos fenómenos inusuales. El estudio de estas anomalías es fundamental para comprender mejor los efectos del cambio climático en nuestro entorno y tomar medidas adecuadas para su mitigación y adaptación.