Pensándolo bien, era la evolución natural: la importancia de mantener una salud y un cuidado bucodental adecuados es, a día de hoy, algo totalmente asumido por la ciudadanía. De los antiguos “sacamuelas” se pasó a los dentistas y, de ahí, a los odontólogos profesionales que, con el desarrollo médico y tecnológico, han adaptado su labor a niveles de excelencia.

Pero había un ámbito al que quizás no se había prestado la atención necesaria: la experiencia del paciente. Todavía son muchas las personas para quienes realizar un tratamiento odontológico supone un sinsabor, a pesar de que en la actualidad estas fobias son en su mayor parte infundadas.

Es ahí, en lograr que la experiencia de ir al odontólogo no se vea como algo negativo, donde ha incidido Borja Dehesa, el propietario y fundador de Dehental, una clínica odontológica que ha logrado trascender los estándares vigentes y que la experiencia de acudir a un tratamiento se sienta positiva, agradable y cálida: cambiar los pains por wows.

La clínica se ha esforzado en cuidar cada detalles / Dehental

“Nuestra labor empieza desde cómo se coge el teléfono y se atiende”, explica el odontólogo. Para ello, siguen un protocolo particularmente elaborado para que “la experiencia sea placentera y el paciente se sienta a gusto”. Y todo juega su papel: lejos de parecer una clínica, Dehental, situada en el paseo Constitución 23-25 de Zaragoza, está en las antípodas de ser la consulta de un dentista: una galería francesa da la bienvenida al cliente, nada que ver con las asépticas consultas habituales. “La gente no sabe si está en un hotel o en una cafetería de lujo”, señala Dehesa.

Adentrarse en su clínica es hacerlo en la mente de su ideólogo: luces cálidas, diseño de boutique que incluye desde zonas de reunión que simulan ascensores antiguos a despachos acristalados. Hasta el aroma del ambiente está pensada.

¿Boutique, hotel…? Pues no: clínica odontológica / Dehental

La consulta combina elementos que recuerdan a Menorca, a San Sebastián, a Londres, a París. Y es, además, un lugar ideal para que los niños se diviertan, desde el momento en el que entran y ven el cuadro de Mickey Mouse. “Tu sonrisa es nuestra motivación”, reza el lema de la consulta.

“La gente cada vez es más exigente y es nuestra obligación como sanitarios proporcionarles la mejor experiencia”, indica el odontólogo. Para ello, un equipo de 26 profesionales se esfuerza en que ir al dentista, aunque parezca mentira, apetezca.

DESDE ELEGIR LA MÚSICA A LAS IMÁGENES

“Hasta ahora los profesionales se centraban en el producto y los protocolos, pero estos ya están claros”, explica Dehesa. Por ello, la manera de evolucionar ha sido discernir qué era aquello que para el paciente no era agradable.

Los pacientes pueden elegir la música y las imágenes / Dehental

Por ejemplo, todos tenemos la imagen de estar con la boca abierta y ver solo el resplandor del foco. En Dehental, al paciente se le entregan unas gafas de sol para que la luz no moleste, y se sitúa frente a una gran pantalla que cubre toda la pared y puede elegir las imágenes que ve mientras el odontólogo realiza su labor. Del mismo modo, es posible seleccionar la música que escuchar.

“No se trata de ser una clínica grande, sino una gran clínica”, señala Borja Dehesa. Su mente inquieta sin duda ha logrado conseguir algo totalmente novedoso y único.