Itesal Ventanas es una empresa referente en el sector del aluminio para arquitectura e industria. Tras más de 30 años de recorrido, la empresa, situada en Pina de Ebro, cuenta con la mayor red de distribución a nivel nacional y sigue desarrollando e implementando estrategias destinadas a disminuir su huella de carbono. El último lanzamiento es Eternalum, una aleación 100% de aluminio posconsumo que la empresa ha registrado como marca y que llega para revolucionar el mercado.

La compañía apuesta por este producto en un contexto en el que el término sostenibilidad se ha puesto de moda y se vuelve casi banal. «Todos hablan de sostenibilidad pero pocos sabrían definirlo. Esto es resolver nuestras necesidades actuales sin comprometer que los que nos sucedan puedan satisfacer las suyas», reflexionan desde Itesal.

Para la compañía, la banalización del término sostenibilidad no deja ver el verdadero impacto de lo que la sociedad se está jugando en el mapa geopolítico actual. «Los momentos de la historia en los que se han producido elevadas tensiones económicas, sanitarias, hambrunas, bélicas o prebélicas siempre se han caracterizado por una acusada tendencia al control de los recursos naturales», indican.

«Materias primas, energía, y alimentos -continúan- son siempre los tableros de juego donde más se apuesta. La escalada en Ucrania, Taiwán, Oriente Medio y la siempre inquietante Corea del Norte hacen que en Europa, por ejemplo, Alemania, esté ralentizando su alta producción industrial por el coste de la energía, que ya no puede venir de Rusia, y la recurrente falta de materias primas y componentes externalizados, como los chips, que condicionan a sus fábricas».

Con este escenario, en Itesal está firmemente convencidos de que no es momento de malgastar energía ni materias primas. «Esa energía, además, ya no puede ser tampoco a cualquier coste medioambiental. El cambio climático nos encorseta y condiciona cómo debemos mantener nuestro modelo de crecimiento y qué límites hemos de fijar para poder seguir creciendo», añaden.

La sostenibilidad es una necesidad que surge de un problema real. El agotamiento de recursos, y una geopolítica inestable hace que no siempre se pueda garantizar el acceso a los mismos. «Esto hace que debamos buscar modelos de desarrollo económico basados en productos duraderos, que no contaminen durante todo su ciclo de vida ni el aire, ni el agua, ni las tierras de cultivo, y que al final de su ciclo de vida sean reciclables para disminuir la necesidad de extracción minera tradicional».

LA MATERIA PRIMA ETERNAMENTE RECICLABLE

En este contexto, Itesal Ventanas apuesta únicamente por la materia prima más sostenible: el aluminio. Es tan abundante en la tierra que es el tercer elemento tras el oxígeno y el silicio. Pero su mayor cualidad es su eterna capacidad de regeneración, a través del superpoder de la reciclabilidad infinitas veces sin perder prestaciones o características. Con una inversión energética para obtenerlo de chatarra de sólo un 5% con respecto a su obtención de materia prima.

«Hemos registrado nuestra propia marca de aluminio 100% reciclado de posconsumo para obtener la más baja huella de carbono. Se llama Eternalum y es un auténtico y estratégico aliado para una construcción más sostenible y menos dependiente de las coyunturas geopolíticas», explica el director de Relaciones Institucionales, Economía Circular y Sostenibilidad de Itesal Ventanas, René Sanz.

Producto de origen nacional que fija la riqueza al territorio y redunda socialmente en toda la población por el retorno de esa actividad económica y la calidad de nuestro medioambiente por su bajo impacto en el aire, el agua y los cultivos.

Itesal Ventanas es el mejor aliado para las promociones inmobiliarias más sostenibles. Cuenta con puertas, ventanas, fachadas ligeras o barandillas, entre otros productos, de las más altas prestaciones.

* Este artículo forma parte de un completo especial de sostenibilidad en el que han participado más de 20 empresas. Ver el especial completo aquí.