Que la tecnología y la sostenibilidad están abocadas a trabajar juntas no es novedad, pero sí vemos relevantes avances en su convergencia.

Durante los últimos años, y sobre todo a raíz de la presión global para afrontar los retos vinculados a la sostenibilidad, hemos visto cómo la innovación tecnológica ha sido clave para abordar desafíos ambientales y sociales derivados de la actividad empresarial. Sin embargo, el gran reto seguía estando en la fórmula que permitiera a las corporaciones dar crédito de su gestión de aspectos de sostenibilidad, con garantías de transparencia y de manera comparable.

Mucho se ha avanzado estos últimos años y cada vez más soluciones permiten a las compañías digitalizar procesos para dotarlas de un mayor control para la mejor gestión y toma de decisiones. Pero, sin duda, el gran disruptor ha llegado de la mano del famoso “tsunami regulatorio”.

NUEVAS NORMATIVAS

Con la mayoría de la normativa aprobada, la sostenibilidad corporativa pasa al primer plano de la gestión empresarial. En los últimos años se han aprobado importantes normativas a nivel europeo que empujan a las empresas a avanzar en su sostenibilidad corporativa, y además con marcos de actuación que facilitan, progresivamente, la canalización de la financiación hacia las actividades sostenibles, mostrando que sostenibilidad y rentabilidad no solo no son dos conceptos antagónicos, sino que generan sinergias entre sí.

Las dos principales nuevas normas, la directiva de sostenibilidad corporativa (CSRD) y el Reglamento de Taxonomía establecen el nuevo marco de reporting empresarial y establecen las obligaciones para las empresas.

No obstante, es cierto que la norma que actualiza las exigencias de reporting de sostenibilidad corporativa viene cargada de retos para las empresas. Junto con el aumento la calidad e interconexión de la información empresarial (entre la financiera y la no financiera), las compañías tendrán que elevar la transparencia a niveles hasta ahora no conocidos e incluir KPIS financieros con el objetivo de fortalecer la sostenibilidad del portfolio y las inversiones de la empresa.

Nos encontramos en un momento complejo para las empresas, respecto a cómo abordar todos estos cambios. Y el verdadero reto será hacerlo en clave de negocio, es decir, que el avance en la sostenibilidad se integre en la estrategia de negocio y no resida en el mero cumplimiento regulatorio.

¿Y cómo podemos servirnos de la tecnología para amortiguar este proceso transitorio? La clave está en el control de los datos. La digitalización nos permite ordenar y estructurar la información exigida.

Esta nueva Directiva Europea de Informes de Sostenibilidad se apoya en lo que supone la primera norma europea de reporting, los Estándares Europeos de Información sobre Sostenibilidad (ESRS), con el objetivo de estandarizar la información, lo que suponía un objetivo no logrado hasta la fecha con las normas y directivas anteriores.

Tras un análisis previo y obligatorio de doble materialidad, que permite a la empresa identificar y priorizar los aspectos materiales a reportar, en base a los impactos, riesgos y oportunidades en materia de sostenibilidad más relevantes, la empresa contará con una batería de requisitos de divulgación y datapoints que vertebrarán el reporting de su compañía en términos de sostenibilidad.

Muchas empresas que llevan años reportando, se encontrarán con un gap o brecha de datos no recopilados hasta la fecha, y será importante identificar y dimensionar las necesidades para conseguir dichos datos.

Aquí entra en juego la verdadera estrategia competitiva de la empresa, el diseño digital de la estructura de sus data points, o indicadores cualitativos y cuantitativos que la empresa deberá considerar, tanto para cumplir sus obligaciones de reporting como para transformarlo en gestión competitiva en clave de negocio.

Lo interesante y verdaderamente competitivo será la apuesta de las empresas por diseñar una adaptación digital de sus propios sistemas para captar los datos relevantes que, junto al cruce con la normativa Taxonomía XBRL para poder transmitir telemáticamente dichos data points, permitirán a la empresa dar respuesta a la gestión de la sostenibilidad del futuro, digital y gestionable.

* Este artículo forma parte de un completo especial de sostenibilidad en el que han participado más de 20 empresas. Ver el especial completo aquí.