En el afán de la sostenibilidad por “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras”, el desarrollo de la empresa se enmarca en la intervención sobre tres ámbitos fundamentales en los que intenta minimizar su impacto: ambiental, social y económico.

La creciente conciencia sobre los problemas ambientales globales, la amplia difusión de información sobre la crisis climática y la urgencia de tomar medidas para proteger nuestro planeta, han favorecido que el término “sostenibilidad” a menudo se identifique exclusivamente como “medio ambiente”, algo que el discurso público y los medios de comunicación también han reforzado.

Sin embargo, la sostenibilidad en la empresa va mucho más allá del medio ambiente, atendiendo también a un significativo impacto social y económico fundamentales para el bienestar humano a largo plazo. Esta perspectiva integral de la sostenibilidad implica considerar no sólo la conservación de recursos naturales y mitigación del cambio climático, sino también la equidad social, la justicia económica o la viabilidad a largo plazo de los sistemas socioeconómicos.

Para avanzar hacia una comprensión más completa de la sostenibilidad, es crucial ampliar el enfoque más allá del medio ambiente y reconocer la interconexión entre aspectos ambientales, sociales y económicos. Esto implica promover iniciativas que aborden tanto la protección del medio ambiente como la equidad social y el desarrollo económico sostenible, reconociendo que son dimensiones interdependientes e igualmente importantes para lograr un futuro próspero y equitativo para todas las personas y el planeta.

El aspecto social en la sostenibilidad empresarial es esencial porque impulsa la viabilidad a largo plazo y el rendimiento financiero.

Para trabajarlo, la empresa pone el foco en sus principales grupos de interés, sobre los que podrá generar un efecto directo, lo que supone un alto grado de responsabilidad. Así, invertir en el bienestar de los trabajadores y en relaciones positivas con las comunidades locales aporta además a la empresa cuantiosos beneficios, pues mejora la productividad, reduce los costos de rotación de personal y fortalece la reputación de la empresa, lo que conduce a una mayor competitividad y rentabilidad en el mercado.

El entorno laboral ha evolucionado hacia una mayor conciencia sobre la importancia del equilibrio entre la vida laboral y personal, lo que ha supuesto un enfoque más holístico del bienestar en el lugar de trabajo. Diversos estudios evidencian los beneficios de invertir en el bienestar de los trabajadores, con la mejora de tasas como el absentismo, costes médicos o rotación de personal, lo que directamente afecta a la rentabilidad y sostenibilidad de la empresa.

RETENER TALENTO

En un mundo cada vez más competitivo, esta preocupación por el bienestar de los trabajadores se muestra como una herramienta necesaria para retener el talento, puesto que diversos estudios apuntan además a sus beneficios. Esto se avala con datos, como que, según la OMS, la productividad aumenta en un 25%. En la misma línea, la Society for Human Resource Management encontró que el 61% de las empresas con programas de bienestar efectivos informaron una disminución en el absentismo.

Un estudio de Gallup indica que los empleados que se sienten comprometidos y apoyados en su bienestar tienen un 59% menos de probabilidades de buscar un nuevo trabajo en el próximo año. Un ambiente de trabajo positivo y de apoyo puede aumentar la satisfacción laboral y la moral de los empleados, lo que a su vez puede llevar a una mayor colaboración, creatividad y lealtad hacia la empresa.

Según un informe de Harvard Business Review, cada euro invertido en programas de bienestar puede generar un retorno de entre €1.50 y €3.00 en costos de atención médica reducidos.

«En Océano Atlántico somos muy conscientes de esta realidad, por eso no sólo lo trabajamos a nivel interno, sino que también asesoramos y apoyamos a las empresas en este trabajo», informan desde la citada entidad. Prueba de ello son los diversos reconocimiento recibidos a lo largo de su trayectoria.

Estos son certificados como Organización Saludable por Bureau Veritas en categoría excelente, el sello excelencia empresarial en 2020, el premio RSA 2019 en categoría gran empresa por nuestra propuesta “Océano saludable” o el de empresa socialmente responsable por Comarca Ribera Alta del Ebro en 2019. También están acreditados en sello RSA desde 2017 y en RSA+ desde su creación y forman parte de la Red Aragonesa de Empresas Saludables desde 2021.

Gracias a este conocimiento, desde Océano Atlántico se apoya a las empresas en la elaboración de sus planes y memorias de sostenibilidad, y les ayudan en la definición y desarrollo de la sostenibilidad en la empresa en su aspecto más social con propuestas integrales que conllevan la planificación y desarrollo de acciones, diseño y medición de indicadores y, en definitiva, la creación de una estrategia completa para que la empresa pueda orientarse a la sostenibilidad desde su estrategia.

Océano Atlántico tiene 27 años de experiencia trabajando en la construcción de una sociedad mejor. Para ello, crean y desarrollan proyectos innovadores y creativos en los ámbitos de la Formación y los Servicios, buscando la mejora, el bienestar y calidad de vida de las personas. «Somos océano, un ecosistema pensado para ayudarte en tus objetivos y en el que gota a gota conseguimos formar un océano».

* Este artículo forma parte de un completo especial de sostenibilidad en el que han participado más de 20 empresas. Ver el especial completo aquí.