El ascenso de la derecha anarcocapitalista en Argentina se ha materializado con la elección de Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, quien ha capturado la atención del público desde que el 13 de agosto congregara más del 30% del voto total, equivalente a 7.116.352 votos, para su candidatura presidencial.

Sin embargo, su campaña no ha estado libre de controversias, destacando su propuesta de legalizar la compraventa de órganos.

Esta propuesta ha provocado una fuerte reacción de expertos en el campo de la salud y la ética médica. La directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), la doctora Beatriz Domínguez-Gil, advierte sobre las posibles consecuencias devastadoras de tal medida, resaltando su contrariedad con los estándares internacionales.

Según ella, es esencial recordar los principios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptados en 2010, que son contrarios a la comercialización de órganos.

Actualmente, Irán es el único país que permite la compraventa de órganos bajo regulación gubernamental. Sin embargo, según la OMS, entre el 5% y el 10% de los trasplantes a nivel mundial provienen de transacciones comerciales, a menudo involucrando tráfico de órganos. Domínguez-Gil describe este fenómeno como «turismo de trasplantes», donde pacientes acomodados viajan a países en desarrollo para obtener órganos de personas vulnerables.

Un estudio publicado en la Revista de Bioética y Derecho analiza los problemas éticos y jurídicos de un mercado regulado de órganos, tomando como ejemplo el modelo iraní. El estudio revela fallos éticos significativos en este sistema, incluyendo la posibilidad de explotación económica y presión psicológica, especialmente hacia poblaciones vulnerables.

La investigación señala que, aunque hay una fiscalización por parte de la Asociación de Pacientes en Diálisis y Trasplante, el contacto directo entre donante y receptor puede generar consecuencias perjudiciales.

El político no ha dejado de agitar el debate público una y otra vez. La semana pasada, durante su acto de cierre de campaña, finalizó su intervención asegurando que a Argentina había que ponerle «huevos liberales».

Su postura, asegura, es inamovible: defiende la no intervención del Estado en la economía… ni en ningún otro ámbito.

Durante una entrevista en la cadena Todo Noticias le preguntaron a Milei por qué había votado en contra de una ley que detecta cardiopatías congénitas en los bebés antes de nacer y el político respondió que eso «implicaba más presencia del Estado en la vida de los individuos, además de más gasto».