El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, ha visitado este jueves las obras del nuevo Hospital de Alcañiz (Teruel), donde ha afirmado que «está asegurada» la gestión pública «al cien por cien».

En rueda de prensa, Bancalero ha comentado que este nuevo hospital atenderá una población de 72.000 habitantes y que el actual edificio hospitalario «no podía adecuarse a las necesidades actuales porque el núcleo urbano lo tenía encorsetado».

Bancalero ha comentado que con el nuevo hospital aumentará la cartera de servicios, con una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y otra de hemodiálisis, sumando el nuevo equipamiento, el nuevo edificio y el vial una inversión de 107 millones de euros.

El consejero ha agradecido «el esfuerzo que están realizando muchos trabajadores del hospital bajo la supervisión de las direcciones asistenciales», mostrándose convencido de que el nuevo centro hospitalario iniciará su actividad a finales del primer semestre de 2025.

«Se dijo desde los inicios y siempre lo hemos mantenido, aunque no paramos de escuchar bulos y mentiras por parte de la oposición», ha expuesto Bancalero, quien ha insistido: «Este hospital será de gestión pública cien por cien».

NUEVOS SERVICIOS

En el nuevo hospital se van a ofrecer servicios que hasta ahora no existen en Alcañiz como, por ejemplo, una Unidad de Cuidados Intensivos, ingresos de corta estancia de Salud Mental y Unidad de hemodiálisis (ahora externalizada). La disponibilidad de una UCI permitirá incrementar la actividad quirúrgica, incrementar la cartera de servicios de cirugía del hospital y, consecuentemente, de otras unidades como laboratorio, anestesia, rehabilitación…

El helipuerto situado al lado del edificio recién construido está preparado para vuelo nocturno.

Además, aumenta el número de camas de hospitalización ya que se pasa de las 143 actuales a 162, cifra ampliable en caso de necesidad. La hospitalización está próxima a la entrada principal y se distribuye en un bloque independiente de cuatro alturas con un gran patio central, que acoge dos unidades en cada planta. La gran mayoría de las habitaciones se sitúan en la parte exterior y las unidades situadas en planta baja tienen acceso a las zonas exteriores ajardinadas.

El vestíbulo principal, en la planta baja, se convierte en un punto de distribución hacia los servicios de atención al público. Se ha diseñado de forma que desde este espacio se perciban con claridad los itinerarios a las diferentes áreas del hospital.

Los servicios ambulatorios, también en planta baja, tienen acceso por la fachada principal y con entradas independientes a Hemodiálisis y a Rehabilitación.

Urgencias dispone de entradas diferenciadas para ambulancias y pacientes que acuden por sus propios medios. Los servicios de Urgencias y de Radiología se distribuyen en los 4 bloques centrales de planta baja, junto con Consultas Externas que también se extienden en la planta primera.

Los bloques quirúrgicos de Cirugía Mayor Ambulatoria y Programada, y el Bloque Obstétrico ocupan la planta segunda del bloque trasero en su totalidad y la UCI se sitúa en el bloque central del extremo suroeste del mismo nivel, que se completa con las áreas destinadas a los hospitales de día Oncohematológico, Polivalente, Quirúrgico y las salas para pruebas funcionales.

En la parte trasera del hospital se encuentra el área de servicios: Esterilización, Cocina, Logística (almacenes), Mortuorio, así como a las Centrales de Instalaciones y Residuos. Estas últimas ocupan un edificio independiente y se unen al hospital mediante una galería subterránea.

El edificio trata de ofrecer simplicidad de las circulaciones para los usuarios y separación clara entre los tráficos internos y externos. El objetivo es velar por la intimidad de los pacientes y, a su vez, facilitar el trabajo a los profesionales de los profesionales.