Nadie lo pone en duda. Mar Vaquero ya emerge como una figura clave en el Ejecutivo de Jorge Azcón. No sólo por ostentar el rango de vicepresidenta en el gobierno y ejerciendo como consejera de Economía, Empleo e Industria, sino porque Vaquero se ha posicionado por méritos propios como la mano derecha de Jorge Azcón y ya está impulsando una revolución económica con su guardia de corps.

Con seis meses de gestión, Vaquero y su equipo tienen por delante el desafío de adaptar Aragón a un contexto nacional e internacional volátil pero con el compromiso de ser exigentes y no quedarse a medias en una amplia revolución económica.

La consejera, una veterana dirigente del Partido Popular, ha reconocido en multitud de ocasiones en la necesidad de un análisis constante de la realidad y una adaptación permanente a las cambiantes circunstancias. «Incluso las predicciones más avaladas por datos pueden errar y tenemos que estar preparados en todo momento», aseguró Vaquero en un acto, destacando la importancia de la flexibilidad y la anticipación en la política económica.

La vicepresidenta Vaquero junto con el director gerente del IAF (Instituto Aragonés de Fomento), Daniel Rey / Fabián Simón

El equipo de Vaquero está fortalecido por asesores con profundos conocimientos políticos y de comunicación, así como por profesionales de diversos ámbitos profesionales y económicos que aportan una visión amplia y ‘despolitizada’ de las esencias internas de los partidos políticos. Pero no por ello es un equipo desideologizado, más bien todo lo contrario y con un claro perfil liberal.

Entre ellos se encuentran figuras como Alberto Baños, jefe de gabinete y vinculado al PP desde su juventud; Javier Martínez, director general de Política Económica; Daniel Rey, director gerente del Instituto Aragonés de Fomento (IAF); José Antonio Vicente, director gerente de Aragón Exterior; y Marta Ríos, directiva con una vasta experiencia internacional y encargada de la captación de inversiones.

La estrategia económica de Vaquero se centra en tres pilares fundamentales: investigación, desarrollo e innovación para poder ser una autonomía más tecnológica y digital. La consejera, según detalla su entorno, visualiza un Aragón que no solo atraiga empresas e inversiones extranjeras, sino que también promueva una rebaja de impuestos como mecanismo de estímulo económico.

Mar Vaquero, con parte de su equipo económico: Javier Martínez (izquierda), director general de Política Económica; el director gerente de Aragón Exterior, José Antonio Vicente (derecha) / ESIC

Según se ha avanzado en reiteradas ocasiones desde el Gobierno PP-Vox, Jorge Azcón persigue una «auténtica revolución económica y fiscal», posicionando a Aragón como una alternativa atractiva frente a regiones como Cataluña y el País Vasco, cuyos escenarios políticos y fiscales han empeorado su competitividad.

El gobierno aragonés, bajo la batuta económica de Vaquero, despliega una alfombra roja para las empresas, buscando situar a la comunidad al nivel de las grandes regiones del sur de Europa en términos de atracción empresarial y creación de empleo.

En un momento de incertidumbre global, la visión y las acciones de Mar Vaquero reflejan un enfoque proactivo y ambicioso para el crecimiento económico de Aragón. Eso sí, un barco con rumbo que navega en las aguas turbulentas de una economía mundial que aún sufre los embates de la guerra de Ucrania, el conflicto palestino-israelí y los impactos negativos en la exportación.