Vox está viviendo una etapa de cambio significativo en su estructura interna. El líder del partido, Santiago Abascal, ha presentado su lista para la reelección al frente del Comité Ejecutivo Nacional, destacando la inclusión de Alejandro Nolasco, vicepresidente del Gobierno de Aragón y actual presidente de Vox Teruel, como vocal y único representante de la Comunidad Autónoma de Aragón.
En sus declaraciones a los medios este pasado miércoles, Nolasco ha expresado que es “un honor y una responsabilidad” formar parte de la dirección del partido. Ha agradecido a Abascal por la propuesta y ha manifestado su intención de desempeñar su rol de la mejor manera posible, en caso de que la candidatura se confirme.
Abascal, a través de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), ha calificado a los integrantes de su lista como “compañeros de acreditada valía”, enfatizando su compromiso de representar eficazmente a los millones de españoles que confían en Vox. La lista incluye a figuras emergentes del partido como José Ángel Antelo (Murcia), Vicente Barrera y Llanos Maso (Valencia), además de Ignacio Garriga, quien está propuesto como número dos de la formación.
La semana pasada, Abascal, junto con Nolasco, Antelo y Juan García-Gallardo, vicepresidente de Castilla y León, se reunieron en Zaragoza. Desde la sede de Vox en la capital aragonesa, estos dirigentes trazaron las líneas programáticas para el futuro del partido, especialmente el proceso de primarias próximo y su papel en los gobiernos autonómicos y municipales con el PP.
NOLASCO COGE FUERZA COMO VICEPRESIDENTE
Al margen de su nuevo nombramiento interno en Vox, donde ya está en el círculo confidente y ejecutivo de Santiago Abascal, el vicepresidente aragonés Alejandro Nolasco va cogiendo cada vez más fuerza en el Ejecutivo de Jorge Azcón. En las últimas semanas, su protagonismo se ha disparado en distintos contextos políticos, incluso a nivel nacional.
El último de ellos ha tenido como epicentro el enfrentamiento sobre el trasvase, entre el Gobierno de España y el Ejecutivo aragonés, tras la exigencia de la Generalitat de Cataluña por realizar una transferencia de agua al Priorat catalán por la extrema sequía que vive la zona agrícola. Nolasco calificó esta exigencia y la postura del ministerio de Teresa Ribera como «cacicada».
Pero de entre todos los mensajes lanzados por Nolasco en los últimos meses, ha cogido especial relevancia su postura como vicepresidente del Gobierno en el recurso de inconstitucionalidad que plantea el Gobierno autonómico sobre la ley de amnistía que se tramita en el Congreso de los Diputados.