La sequía está pasando factura en Aragón. La reserva de agua embalsada en la Cuenca del Ebro es de 3.587 hectómetros cúbicos, el 45% de su capacidad total, a fecha de 7 de agosto de 2023, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

En estas fechas, la reserva de 2022 se elevó a 4.077 hectómetros cúbicos, el 51% de la capacidad. El promedio de los últimos cinco años, de 2018 a 2022, ha sido de 5.197 hectómetros cúbicos, el 65% de la capacidad total, y el mínimo de los últimos cinco años se produjo en 2022, con 4.077 hectómetros cúbicos, el 51% de la capacidad total.

En la actualidad, no se supera la reserva promedio de los últimos cinco años y se está por debajo de la cifra de 2022 y del mínimo, que se produjo en 2022.

La reserva actual de los embalses de la margen derecha es de 325 hectómetros cúbicos, el 48% de su capacidad. La reserva en esta fecha en 2022 era de 403 hectómetros cúbicos, lo que representa el 59%.

El promedio de los últimos cinco años ha sido de 388 hectómetros cúbicos, el 57%, y el mínimo de los últimos cinco años ha sido en 2018, con 322 hectómetros cúbicos, el 47%.

Esto también afecta a la energía hidroeléctrica potencial, que en esta fecha es de 1.829 gigavatios hora (GWh), lo que representa el 40% de la capacidad máxima de la cuenca del Ebro.