La situación política en el Ayuntamiento de Huesca está pasando por un período de intensa tensión debido a las discusiones sobre las ordenanzas fiscales.

El grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Huesca solicitó este lunes la retirada del proyecto de las ordenanzas fiscales del Gobierno local (PP) o en caso contrario votaría en contra, al tiempo que no descartaban la entrada en el equipo de gobierno, pero finalmente salieron adelante con su apoyo y el rechazo del PSOE.

Las discrepancias internas en Vox tienen su foco en la relación que mantienen con el Partido Popular (PP) y con su líder, Lorena Orduna. Tal es la magnitud de la desavenencia, que dos de los tres concejales de Vox han tomado la decisión de destituir a su hasta ahora portavoz, Antonio Laborda.

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha manifestado que estas diferencias producidas entre el PP y VOX en el Ayuntamiento de Huesca «no es lo óptimo» y ha confiado en que esta situación no se replique en la capital aragonesa.

Chueca ha indicado que esta situación no es «lo que desean los votantes de VOX» y que «los únicos que ganan» con lo sucedido en Huesca son el PSOE y Podemos.

En este sentido, ha apuntado que en el Consistorio zaragozano seguirán trabajando «de la mano» con VOX debido a que los necesitan para sacar adelante las ordenanzas fiscales y los presupuestos.

«Confío que sigamos en el modelo que hemos hablado y con el que hemos arrancado la legislatura. Veremos, poco a poco, cómo van siendo los acontecimientos», ha manifestado.

De esta manera, ha señalado que se trata de una situación «muy concreta y muy particular», confiando que no se replique en la ciudad de Zaragoza.

«VOX ha querido entrar en gobierno y en todo momento les he planteado que su apoyo es importante, pero no indispensable. Por lo tanto, les pediría que estuviesen en la posición en la que están», ha aseverado.