A finales del pasado marzo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ejecutó una actualización de los radares fijos, móviles y de tramo en Zaragoza y su provincia. Esta medida, que busca controlar el exceso de velocidad en las vías, afecta tanto a conductores habituales como a visitantes de la capital aragonesa.

LOS NUEVOS RADARES EN ZARAGOZA

Los zaragozanos están familiarizados con la ubicación de estos dispositivos, dispersos en puntos como la Z-30, el puente de Las Fuentes o la Vía Hispanidad. Sin embargo, la novedad radica en la rotación de radares móviles, manteniendo a los infractores en alerta constante.

Además de los radares convencionales, las calles del centro y los barrios de Zaragoza están sujetos a límites de velocidad de 30 kilómetros por hora, una normativa que no todos los conductores respetan. La actualización reveló un total de 56 medidores de velocidad en la provincia, subrayando la importancia de mantener un cumplimiento estricto de las normas de tráfico para garantizar la seguridad vial.

La presencia de estos dispositivos no solo busca sancionar a quienes excedan los límites de velocidad, sino también promover una conducción más segura y responsable. Los accidentes relacionados con el exceso de velocidad continúan siendo una preocupación en las carreteras españolas, y es por ello que medidas como estas son fundamentales para reducir los riesgos y proteger a los usuarios de la vía.

LA OPINIÓN DE LOS CONDUCTORES

Aunque algunos conductores puedan sentirse frustrados por la constante vigilancia de los radares, es importante recordar que su propósito es salvaguardar vidas y evitar tragedias. La información sobre la ubicación de estos dispositivos, sirve como recordatorio para conducir de manera responsable y respetar las normas de tráfico en todo momento.

Con la llegada de esta renovación de radares, se espera una mayor concienciación de los conductores y una reducción en las infracciones de velocidad. La seguridad vial es responsabilidad de todos, y el respeto a las normas de tráfico es el primer paso hacia un entorno vial más seguro.