La recién formada sociedad mercantil ‘La Nueva Romareda‘ ha dado un paso significativo hacia la construcción del nuevo estadio de fútbol en Zaragoza. Este miércoles, 10 de enero, se ha celebrado la primera reunión del Consejo de Administración de la sociedad, marcando el inicio oficial de sus funciones y la planificación de este ambicioso proyecto.

La Nueva Romareda, constituida el 21 de diciembre de 2023, tiene como uno de sus principales objetivos la demolición del actual estadio en el verano de 2024 y la finalización de la construcción del nuevo recinto en 2029. Este esfuerzo está encaminado a cumplir con los plazos exigidos por la Real Federación Española de Fútbol para que Zaragoza sea una de las sedes del Mundial de Fútbol 2030.

QUIÉN MANDA EN EL FUTURO DE LA NUEVA ROMAREDA

El Consejo de Administración de La Nueva Romareda está compuesto por seis consejeros, representando una alianza entre el Real Zaragoza, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón.

Por parte del Real Zaragoza, los consejeros son el exfutbolista y empresario Mariano Aguilar y el empresario vinculado al sector inmobiliario Juan Forcén. El Gobierno de Aragón aporta al consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez, y a la consejera de Presidencia, Tomasa Hernández. Desde el Ayuntamiento, se unen al consejo el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, y la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, quien asumirá el papel de presidenta de la sociedad mercantil.

Durante la reunión inaugural, se abordaron asuntos de trámite esenciales para avanzar en la construcción del nuevo estadio. Este proyecto no solo revitalizará la infraestructura deportiva de Zaragoza, sino que también impulsará el desarrollo urbano y económico de la ciudad.

El nuevo estadio, que se perfila como una instalación moderna y de vanguardia cuenta con el aval de la ingeniería Idom para el diseño y la construcción, un aspecto que será clave para potenciar la imagen de Zaragoza tanto a nivel nacional como internacional.

La Nueva Romareda busca asegurar que el nuevo estadio no solo cumpla con los requisitos de la Real Federación Española de Fútbol, sino que también se convierta en un símbolo de orgullo y encuentro para los aficionados y ciudadanos de Zaragoza donde poder albergar grandes eventos y conciertos. Por lo menos, esta es la pretensión que mantiene el Ayuntamiento de Zaragoza desde el inicio del proyecto.

Lo que está claro es que, a día de hoy y ya de manera irremediable, es que La Nueva Romareda se encamina a convertir el sueño del nuevo estadio de fútbol en una realidad tangible, reforzando el legado deportivo y cultural de Zaragoza en el panorama futbolístico mundial. Y en todo lo que la ciudad se imagine.