Burger King, la conocida cadena de comida rápida, ha anunciado su intención de cerrar alrededor de 400 de sus restaurantes en todo Estados Unidos como parte de una operación que se llevará a cabo considerando criterios de antigüedad y rendimiento.

Joshua Kobza, director general de Burger King, comunicó en mayo a los accionistas su plan de clausurar entre 300 y 400 franquicias antes de finales de 2023. Hasta el momento, ya se han cerrado 120 restaurantes.

Los cierres más recientes tuvieron lugar en Florida, Nueva York y Nebraska, afectando incluso a establecimientos con más de 40 años de operación diaria. Un ejemplo destacado es el restaurante Blue Point en Long Island (Nueva York), ambientado en los años 50.

La dificultad financiera de algunos propietarios de franquicias ha sido la principal causa de estos cierres. En marzo, 26 locales en Michigan cerraron de forma abrupta debido a problemas financieros. En Jacksonville, Florida, los motivos de los dos últimos cierres son desconocidos, mientras que en Lincoln, Nebraska, tres locales cerraron recientemente debido a la declaración de quiebra por parte del propietario.

Esta medida forma parte de la estrategia de Burger King para optimizar su red de restaurantes, adaptándose a las condiciones del mercado y buscando un mejor rendimiento financiero en el futuro.