La cervecera neerlandesa Heineken ha anunciado la aprobación del Gobierno ruso para vender todas sus operaciones en Rusia a Arnest, un grupo industrial ruso, por un precio simbólico de 1 euro por el 100% de las acciones.

Este proceso se inició en marzo de 2022 como respuesta a la invasión de Ucrania. Aunque la venta generará una pérdida acumulada no monetaria de 300 millones de euros, la compañía considera que tendrá un impacto insignificante en los beneficios por acción (EPS) y que sus perspectivas para 2023 no cambiarán.

Arnest, el comprador, es un importante grupo ruso especializado en envasado de latas y fabricación de cosméticos, artículos para el hogar y envases metálicos. La transacción incluye siete cervecerías en Rusia, pero la producción de Amstel se eliminará gradualmente en un plazo de seis meses. La marca Heineken ya se retiró de Rusia en 2022.

La venta de las operaciones de Heineken en Rusia marca la conclusión del proceso de salida de la compañía de ese país, un proceso iniciado en 2022 en respuesta a la situación geopolítica. La venta incluye la transferencia de activos y la asunción de los 1.800 empleados que Heineken tenía en su negocio ruso, quienes contarán con garantías de empleo para los próximos tres años.

Heineken asegura que, tras esta transacción, ninguna otra marca internacional tendrá licencia en Rusia, a excepción de algunas marcas regionales más pequeñas con licencia de tres años para garantizar la continuidad del negocio. La compañía no recibirá ingresos ni regalías por estas licencias y no planea regresar a Rusia en el futuro. Aunque la operación genera pérdidas, Heineken considera que la responsabilidad y la seguridad de los empleados son fundamentales en este proceso de salida.